-Capítulo 3-

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Naruto se recostó en el sillón de su hogar temporal mientras dejaba escapar un suspiro pesado. Mirando el techo pensó para si mismo si estaba haciendo lo correcto en seguir operando como un "héroe disfrazado".

Claro, el siempre quiso ser reconocido algo así como alguien importante, como un Hokage. Tal como lo fue su ídolo, Minato Namikaze, un héroe. Pero, eso fue antes. Ahora, simplemente quería proteger a su gente con su propia vida. Pero con todo esto de estar atrapado en un mundo diferente y totalmente nuevo donde no sabes como volver a casa, es demasiado complicado.

Bueno, no es como si se quejara tanto. Después de todo, ya no están los Akatsukis olfateando su trasero de aquí para allá.

-Jejeje. -La frente del rubio se vio distorsionada por un ceño fruncido al escuchar una risa tan divertida, pero a la vez oscura. -No estarás pensando aún en volver, ¿no? -La voz del Kyuubi resonó en la mente del Uzumaki de forma ruidosa, aunque trató de ignorarlo. -¿Acaso no ves lo que nos rodea ahora? Ya no más Akatsukis, ya no más shinobis... lo único que hay es tranquilidad, ¿Es difícil para ti aceptar este nuevo cambio? -

De repente, todo alrededor del rubio empezó a distorsionarse. En vez de estar en la bodega de antes con todas sus cosas, ahora estaba en un alcantarillado y detrás de él una enorme jaula con unos penetrantes ojos rojos viéndolo como si fuera un mero insecto. 

-...-Naruto no dijo nada. Ni siquiera se molesto cambiar su expresión estoica viendo a la nada.

-Vamos... sé que es lo que quieres. -Acercando su rostro a las rejas con una sonrisa espeluznante. -Tú, quieres paz... una paz que tanto quisiste en tu vida. La suficiente para que nadie te molestara, o la perturbara. También quieres quedarte aquí y olvidarte de Konoha. -

-...-El Uzumaki siguió sin responder, pero sus ojos empezaban a notarse como lentamente se llenaban de furia.

Riendo ruidosamente, volvió a hablar. -Estoy en tu cabeza, nada se me escapa. Solo dilo, no te juzgaré si es lo que pi...-

-Cierra la maldita boca... -Interrumpió abruptamente Naruto con una voz carente de emociones. El zorro no dijo nada, simplemente observó como el Uzumaki se levantaba y lentamente lo volteaba a ver con una expresión de piedra. -...Largo. -Y como si fuera una especie de humo, todo el escenario mental de Naruto se desvaneció junto con el Kyuubi volviendo a la bodega de antes.

(Mierda... ¿Naruto vigilante banda? Tal vez...)

Dejando escapar un suspiro miro el techo con una mirada indescifrable. No lo admitiría jamás, en su maldita vida, pero... tal vez el Kyuubi tenía razón. Solo tal vez. Pero unos pitidos llamarón su atención. Mirando a un costado, notó la extraña pulsera con la que utilizaba para usar el Tubo Z, el teletransportador de la cueva.

Tomándolo, se lo puso y se dispuso a irse para allá. No sin antes, llevarse unas cuantas cosas, algo le decía que las necesitaría.

[Monte Justicia]

Naruto apareció en un destello en la cueva siendo visto por todos con caras dudosas, a excepción de Batman y Red Tornado.

-¿Qué te tenía tan ocupado? -Batman lo interrogó con severidad.

Naruto ni siquiera se molesto en mirarlo. -Cosas personales. -Cruzándose de brazos. -¿Cual es la misión? -

Ignorando por el momento la vaga respuesta del rubio Batman volvió a hablar. -Reconocimiento. La isla Santa Prisca. Esta Nación isleña es la fuente primaria de un peligroso e ilegal neo-esteroide. Una droga que potencia la fuerza y es vendida bajo el nombre de "Venom". La firma de calor infrarrojo indica que su fábrica sigue operando a toda capacidad pero inexplicablemente todos los embarques de "Venom" fueron cortados. -Mirando al grupo de jóvenes continuó.-Ahí es donde entra su grupo. Esta es una misión encubierta solo de reconocimiento, como ya lo dije. Observen e informen. Si la Liga necesita intervenir, lo hará. -Mirando la pantalla donde se mostraba dos puntos rojos en distintas partes de la isla. -El plan de reconocimiento requiere de dos zonas de lanzamiento. -

Naruto x Young JusticeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora