Crimen y Castigo- crime and Punishment ( severitus)

cap 15: Snape usa el nombre de Harry. Harry le pide que por favor no.

Resumen:

Snape usa el nombre de Harry. Harry le pide que por favor no.

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Harry se sobresaltó con un grito ahogado, el corazón latiendo con fuerza en su pecho, un nombre todavía en sus labios. Estuvo a punto de gritarlo, pero cada segundo que pasaba se le hacía más claro que ya no estaba en el cementerio.

Estaba en un dormitorio. No su dormitorio en Privet. Los patrones de luz de la luna no eran adecuados para eso. No, recordó lentamente, mientras buscaba sus lentes en la mesita de noche, estaba en la casa de Snape.

Menos mal que no había gritado. Sólo podía imaginar lo furioso que estaría el hombre al despertar con los gritos de Harry por una pesadilla.

Harry se frotó las manos de arriba a abajo por los brazos unas cuantas veces, cerrando los ojos con fuerza. Necesitaba conectarse a tierra. Necesitaba alejar todas esas terribles imágenes, lejos de sus pensamientos conscientes. Necesitaba dejar de ver a Cedric tirado allí, quieto, con los ojos muy abiertos y mirando a la nada....

Harry abruptamente se levantó de su cama. Snape había dicho que no estaba confinado en su habitación, ¿verdad? Bueno, necesitaba un paseo y un poco de aire fresco.

Y aparte de eso, todavía tenía que recuperar su álbum.

Decidido, Harry sacó uno de sus nuevos jerseys del armario de la habitación (donde Snape había insistido en que guardara adecuadamente sus nuevas pertenencias, en lugar de meterlas "atropelladamente en ese viejo baúl que tienes"). Harry había estado ligeramente molesto por la insinuación allí, pero había logrado evitar morder el anzuelo. Después de todo, Snape parecía pensar que Harry estaba cargado de galeones, así que claramente no era un ataque a que fuera pobre. Y la maldita cosa todavía era robusta y funcional, aunque un poco desgastada. Así que dejó pasar el comentario.

Ahora salió con cuidado de la habitación, asegurándose de cerrar la puerta suavemente detrás de él. Casi esperaba encontrar a Snape sentado de nuevo, esperando, al parecer, a que Harry intentara recuperar su posesión más preciada.

Pero abajo estaba oscuro y tranquilo, igual que la noche en que se había escabullido para lavarse. El fuego estaba apagado, pero por las cenizas podía ver lo suficientemente bien como para navegar por el salón.

Harry exhaló un pequeño suspiro de alivio y corrió por las habitaciones de abajo, zigzagueando hábilmente a través de la oscura cocina y saliendo directamente al patio. El suelo estaba mojado por el rocío de la mañana y desagradablemente frío al contacto con sus pies descalzos, pero hizo caso omiso de la sensación y se lanzó directamente hacia el cobertizo, donde comenzó a rebuscar entre los escombros apilados, rezando al cielo para que no hubiera pasado nada. que el álbum todavía estaba intacto.

Pasaron unos momentos de desesperación antes de que sus dedos rozaran las esquinas del libro. Para entonces casi le dolía la cabeza por el aire mohoso del cobertizo, y el corazón le latía tan fuerte en los oídos que ahogaba todo lo demás. Lo liberó de debajo de una tabla medio podrida y cubierta de clavos, apartó la lona sucia y rota que lo había ocultado de la vista e inmediatamente acunó todo contra su pecho.

Harry respiró hondo y temblorosamente y en ese momento se dio cuenta de lo mucho que había estado preocupado por su álbum. Se sentía como si sus pulmones hubieran sido atrapados en algunos lugares, y alguien finalmente hubiera sacado esos clavos lo suficiente como para que pudiera respirar adecuadamente. Respiró profundamente otra vez, disfrutando de la sensación de que su pecho se expandía y colapsaba por completo.

Ahora sólo hay que subirlo a su habitación. Hedwig aún no había regresado, pero lo sabía pronto. Tendría que encontrar algo para envolver el álbum, tal vez algo de papel de paquete de repuesto—ja, como si Snape tuviera algo de eso por ahí. Como si el desagradable y amargado Maestro de Pociones tuviera alguien a quien enviarle paquetes.