Curvy un amor de peso 1Xl

En el 2000

Capítulo 14

En el 2000

Blue (Da Ba Dee) - Eiffel 65

Yo, listen up here's a story

About a little guy

That lives in a blue world

And all day and all night

And everything he sees is just blue

Like him inside and outside

Blue his house

With a blue little window

And a blue corvette

And everything is blue for him

And himself and everybody around

Cause he ain't got nobody to listen to.

El 2000 estaba cerca, tan cerca que faltaban quince días para gritar ¡Feliz siglo nuevo! Pues esta vez era un cambio grande el que se aproximaba, muchos hablaban del fin del mundo, otros de un cambio grande en la humanidad y veintiún años después del gran cambio algunos seguimos esperando una transformación.

En aquel tiempo, había alguien que estaba sumamente asustada en esos días, pensando inocentemente en que todo podría terminar, no hemos tocado mucho el tema puesto que desde el sexto año de primaria, Andrea no había tenido un ataque de pánico, pero estaba cerca de uno, ella intentaba resistir pues sabía cómo llegaba a ponerse y no quería que nadie la viera así, ella lloraba, gritaba, temblaba, su cuerpo experimentaba cambios de temperatura grandes y no soportaba estar sola en ningún momento, entonces cada que alguien tocaba el tema del fin del mundo, ella intentaba desviar la atención para no hablarlo.

Sé que suena infantil, pero siempre he creído que lo que realmente pasaba es que Andrea guardaba tanto como una olla de presión que esos temas la hacían desbordar todo lo que había dentro de ella.

—¿Has visto a Elisa? —preguntó Abril.

—No, creo que ahora sí está muy ocupada —respondió Andrea—. ¿Cómo vas con Efrén?

—No lo sé, siento que estoy engañando a Irving, pero a diferencia de Sol con Iván, nosotros ni comunicación tenemos —externó Abril—. ¿Crees que Felipe tiene razón sobre Rodrigo?

—¿A qué te refieres? —cuestionó Andrea.

—Sí, de que no te tolere, yo lo veo que siempre está como que muy al pendiente de ti —dijo Abril.

—Sí, ya conozco eso, te hacen creer que les interesas, no concretan nada y luego se casan porque esperan un hijo —expresó Andrea riéndose—. Lo siento, creo que sólo salió.

—¿Te gusta, cierto? No me engañes, somos amigas —enunció Abril.

—Me llama mucho la atención, no sé por qué, el otro día que salimos temprano se abrió la camisa, debajo traía una playera blanca pegada al cuerpo y yo reí como tonta —comentó Andrea ruborizándose.

—No estás perdida, se nota que se cuida bastante el joven, uno de mis primos va con él al gimnasio y efectivamente carga pesas y juega basquet, claro que tiene buen físico —comentó Abril.

—Exacto y yo hago levantamiento de galletas o sandwich, ya no sé que hacer Abril, no puedo bajar, al contrario sigo subiendo —comentó Andrea—, el otro día, Felipe me dijo que la chica con la que salía Rodrigo era señorita no se que y mírame a mí.

—Bueno, tú me lo has dicho, la personalidad es la que enamora.

—Lo sé, pero a veces no me siento suficiente y odio eso, odio sentirme de ese modo.