1XL Una nueva aventura

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1XL

Capítulo 1

Una nueva aventura.

Bitter Sweet Symphony — The Verve

Because it's a bittersweet symphony, this life

Try to make ends meet

You're a slave to money, then you die

I'll take you down the only road

I've ever been down

You know

The one that takes you to the places

Where all the veins meet

No change, I can change

I can change, I can change

But I'm here in my mold

I am here in my mold

But I'm a million different people

From one day to the next

I can't change my mold

No, no, no, no, no.

Si pudiéramos encontrar la canción perfecta para todo lo que vendría sería ésta, el verano terminó, Sol ya estaba instalada en Veracruz, no estaba nada contenta con el cambio, ella entró al CBTIS, lo cual no era malo, pero cuando simplemente no quieres estar ahí, las cosas pueden tornarse mal.

Elisa había pasado su examen contra todo pronóstico de sus amigos e iniciaría clases el lunes junto a Leonardo. Quien no lo logró impresionantemente fue Irving, estaba súper mega traumado por el resultado, o sea, era el niño de cuadro de honor y Elisa no «¿Qué diablos había pasado?» se preguntaba.

Andrea por fin había llegado a los setenta kilos tan, tan deseados y justo esa tarde se llevaría una sorpresa al ir a comprar el uniforme y ninguna falda le cerraba, por la cadera.

—Creo que tendré que hacerte las faldas —dijo Laura.

—No entiendo, no estoy más gorda —dijo Andrea.

—No, pero parece que tu cadera es más grande que las tallas que venden.

—Uso mezclilla por fin —enunció Andrea.

—Lo sé Andy, pero no te quedan las faldas, no sé por qué —dijo Laura.

Vaya chasco te llevas a veces con la vida, esa tarde, Andrea y Elisa se vieron en su casa.

—¿Sabes algo de Sol? —preguntó Andrea.

—Sí, hablé con ella la semana pasada, dice que odia su vida y a todos, creo que lo resumí bien —dijo Elisa.

—No debe ser fácil, yo no pude encontrar falda —dijo Andrea con pena.

—Pero yo sí, ¿por qué? —preguntó Elisa.

—Bueno, es que yo estoy caderona y tú tienes un poco más arriba que yo.

—Entiendo —dijo Elisa—, la verdad si he visto que bajas de peso y tienes unos piernones y una cadera. —Se río.

—Cálmate, tú tienes los chamorros más gorditos que yo, aunque creo que eso es bueno —dijo Andrea—. Tengo miedo de mañana.

—Lo sé, yo igual, aunque el día que me fui a inscribir vi que el idiota de Leo quedaría conmigo —comentó Elisa.

—Yo no sé si todos vayamos a quedar juntos, eso espero, yo sola no soy buena —dijo Andrea.

—Claro que eres buena Andrea, solo enséñales tu encanto... no olvídalo —dijo Elisa

Curvy un amor de peso 1XlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora