Tan dulce como tus labios

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A la mañana siguiente, me levanté muy temprano. No porque me urgiera hacer algo, sino porque había soñado muy lúcidamente esta vez.

Me vi como una humana, mi cabello era de un tono castaño claro, casi anaranjado. Mis uñas pintadas de rosa, mi blusa blanca de botones, mi falda gris y tacones negros. Estaba en una oficina, las cortinas cerradas, todo muy oscuro...

Entonces lo vi. Un chico con una sonrisa muy familiar, una taza de café en la mano y ropa blanca elegante. En mi sueño, él extendía su mano para que lo tomara. Al hacerlo, me guiaba por un largo pasillo de paredes mitad blanco mitad gris hasta abrir una puerta.

Me acerqué para asomarme a mirar lo que había detrás de esa puerta, y en ese momento el chico me empujó hacia ella, haciéndome caer al vacío y despertar.

No tengo la menor idea de lo que quiera decir esto, pero me alegra al menos tener un pequeño indicio de lo que fue mi vida antes de entrar a este circo, tal vez.

Esto también me hace preguntarme si los demás también recuerdan sus vidas pasadas o no. Jax seguramente sí lo hace, y aún no me lo quiere decir, lastimosamente.

De pronto, sacándome de mis pensamientos, escuché varios estruendos desde el cuarto de a lado. Era la habitación de Pomni, la chica nueva en el circo. Parecía que se había caído muy fuerte de la cama o algo así... Varias veces.

Poco después, mientras ya me estaba arreglando, escuché que Ragatha se acercó y estaba llamando a Pomni. Hablaron un rato y por lo que pude oír Jax tenía toda la razón: En vez de esperar que la nueva se disculpara, fue Ragatha quien le hizo saber de su preocupación. Qué bueno que las paredes son delgadas y pude escucharlo todo:

-Oye, Pomni, ¿cómo dormiste? ¿Sigues dormida? Si quieres puedo dejarte un rato más.

Se escuchó cómo Pomni abría la puerta, sin responder nada. ¿No le enseñaron buenos modales a esa niña?

-¡Ahí estás! -continuó Ragatha con entusiasmo fingido- Espero que te sientas bien, ya sé que lo de ayer fue un papelón.

-¿Un papelón? -respondió Pomni, confundida.

-Oh, y olvida todo eso de abandonarme e ir por la salida. Entiendo perfectamente cómo te sentías en ese momento y no hay rencores, jejeje. ¡Todo bien!

-Ah... ¿Eh?

-Bueno, olvidémonos del tema. Caine nos tiene una aventura nueva y por cómo nos la pinta, ¡creo que ésta va a ser muy divertida! -se oye como caminan en silencio hacia la carpa.

Sentí bastante rechazo al oír esto, Pomni podrá ser nueva, pero me pareció muy feo de su parte el tratar así a la que es como la mamá del grupo, tan comprensiva y linda.

Quizás yo no estuve presente cuando pasó lo de el ataque de Kaufmo a Ragatha porque huí con Jax, pero yo no hubiera ido a buscar una salida dejándola sola, eso fue desconsiderado.

Ragatha sigue intentando ser su amiga y que nos llevemos bien, admiro mucho eso de ella. Pomni debería apreciar eso y al menos responderle igual de bonito o algo.

En fin, trataré de no juzgarla mucho, después de todo cada uno tiene su proceso de asimilación.

En cuanto Ragatha y Pomni se fueron, justo escuché que tocaban a mi puerta.

-¿Hola? ¿Hay alguien ahí? ¡Soy yo, Jax! El chico de tus sueños.

No contesté, quería saber su reacción al pretender ignorarlo jaja.

-¿Dazy? Sé que estás ahí, chiquilla... ¿Me estás ignorando? ¿Tan traviesa te crees, tontita?

-Ejem -exclamé.

Mi bad boy digital (Jax y tú) - The Amazing Digital CircusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora