Tú eres un Saiyajin, originario del territorio de No Man's Land, tu hogar fue devastado por la guerra contra la skullgirl más poderosa de en ese entonces, y debes acabar el ciclo de tal maldición, pero...es ese tu finalidad definitiva?
( T/N Saiyan...
"has oído hablar sobre el héroe que derrotó al esqueleto!?"
La gente parecía hablar emocionada de la persona desconocida que llegó cuando todos estaban en el suelo para plantarle cara al guerrero resucitado, se había vuelto una celebridad sin cara ni nombre.
-...-
Tenías hambre, eso te dijo tu sistema, te quedaste parado en silencio, mirando fijamente un producto sin importancia del estante en un pasillo de la tienda, tu expresión estaba vacía y finalmente tomaste la bolsa de arroz.
El sonido del noticiero te guió a verlo, mostrando las escenas del caso del surgir de ese No-muerto que derrotaste, la gente parecía casi en pánico luego de que el ejército nacional y la heroína Annie fueran diezmados junto a un grupo de anti-skullgirls por tan solo un esbirro.
Luego hablaron con intriga y sorpresa sobre tú aparición y quién podrías ser, ya que a diferencia de los demás, tú lo derrotaste sin mucho esfuerzo, según ellos.
- sin esfuerzo ...- susurró con sarcasmo.
Tomaste las cosas que compraste saliendo del local, fuiste transitando las calles, había algo preocupándote, y es qué la línea principal de defensa del reino fue abatida con más facilidad que antes, seguiste tu camino para cruzar la calle hasta una limusina se atravesó y frenaste.
- tch! Rayos...- gruñiste haciéndote para atrás.
La limusina frenó casi frente a ti, enarcaste una ceja al sentir una presencia bastante poderosa allí, dos hombres antropomorficos salieron del vehículo y abrieron la puerta trasera permitiéndole a una mujer salir del mismo.
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-( meh, lo averiguaré luego...)- dijo para si mismo en un suspiro y continúo su camino.
Elevaste los hombros, restándole importancia otra vez a la situación, a la mujer y a los guardaespaldas no parecieron ganar interés alguno en tu presencia así que comenzaste a alejarte para seguir con tu vida...
Fue muy rápido, ni siquiera pudiste oírlo cuando se aproximó, al escuchar el sonido del derrape a tu izquierda, levantaste el brazo defendiendo y perforando el parachoques de un camión que no había frenado a tiempo cuando pusiste pie fuera de la acera...el humo salió del motor, todos abrieron los ojos hacia el lugar.
-...- te quedaste pálido con el brazo extendido.
No faltó ni un alma que notase que parecías no haberte movido ni un centímetro, e intacto, y ese fue un desliz terrible de tu parte.
- mierda...- jadeaste antes de retroceder poco a poco y comenzar a correr lejos.
La morena egipcia no se excluyó de los testigos mirándote con desconcierto y ahora un gran interés, fuera del lugar, soltaste un suspiro agotado de tener que salir huyendo siempre de las escenas, pero era más seguro así...
