Neva Altaj Bonus Scenes.

Adelanto de Beautiful Beast.

Prólogo

RAFAEL
(Hace 20 años) (Rafael, 19 años)

–Entendido –, le digo al teléfono.

Un momento después, un hombre vestido como trabajador de mantenimiento sale de la exclusiva
tienda de antigüedades y joyería en el otro extremo del largo pasillo, corriendo hacia una puerta
con un letrero de salida de emergencia encima.

Incluso con su gorra de béisbol baja, Jemin mantiene la cabeza inclinada y el teléfono pegado a la oreja, tratando de ocultar su rostro de la multitud de cámaras de vigilancia. El tipo está siendo cauteloso a pesar de que Endri Dushku, el líder de la mafia albanesa, desembolsó un centavo a un tipo en la oficina de seguridad del centro  comercial para arruinar la transmisión de video durante diez minutos.

En el momento en que Jemin desaparece de la vista, entro en la escalera exclusiva para el personal.

—Voy a bajar —

—No —ordena la voz del otro lado. —Endri quiere un video de la explosión. Puse el temporizador en cinco minutos, así que prepara tu cámara. Estaré esperando a la salida del garaje cuando hayas terminado–

Me subo la manga para echar un vistazo a mi reloj de pulsera. Es viejo, la cara de cristal rayada y la correa de cuero desgastada. Aparte de la ropa que llevaba puesta, era el único objeto personal que llevaba conmigo cuando mi hermano y yo huimos de Sicilia.

—Bien – refunfuño en el teléfono y corto la línea.

Me irrita muchísimo seguir las
órdenes de un imbécil pretencioso como Jemin, pero esa mierda termina hoy. El trato que he hecho con el jefe de la mafia albanesa expira esta noche. Ayer, para mi total asombro, Dushku me ofreció un papel regular en el clan albanés, uno que incluye todos los beneficios estándar, estuve tentado de aceptar, significaría seguridad y no faltaría dinero, pero no respeto.

Yo no sería más que la escoria siciliana que habían acogido.Así
que, respetuosamente, rechacé la oferta. En el caótico y violento mundo del crimen organizado, muy pocos valores se defienden.

La única excepción es cumplir la palabra. Y Endri Dushku cumple sus promesas. A partir de esta noche, soy
un hombre libre. Con la experiencia y las conexiones clandestinas que fomenté mientras trabajaba para los albaneses, puedo ganarme la vida fácilmente y alcanzar mis metas.

Le prometí a mi hermano que algún día volveríamos a casa. Y yo también cumplo mis promesas. Solo tengo que terminar este trabajo.

Rompo la puerta de la escalera y no pierdo de vista el segundero mientras se abre paso alrededor de mi reloj de pulsera. El débil tic-tac es el único sonido que rompe el silencio, rebotando en las paredes de hormigón como un maldito susurro dentro de una capilla de techo alto.

El centro comercial no abre hasta dentro de un par de horas, por lo que casi no hay nadie alrededor. La mayoría de los empleados de las tiendas no llegarán pronto, y todos los demás tienden a congregarse en áreas más públicas como el patio de comidas.

Este extremo del complejo está
desierto, la condición perfecta para colocar los explosivos dentro de la tienda llena de baratijas viejas y basura brillante y delicada que a nadie nacido en este siglo le importa. El dueño de la tienda es de la vieja escuela y debería haber sabido que no debía rechazar la "protección" del clan albanés.

Si no se hubiera negado a pagar, Dushku no habría decidido darle una lección al tipo,comenzando esta semana con una explosión. La bomba dentro de la tienda arrasará la maldita cosa y destruirá los coleccionables que están escondidos en un millón de vitrinas.