Yunho no evitó esbozar una sonrisa al leer el nombre de Jongho en el remitente de uno de los correos en su bandeja.
«¿Puedo agendar una cita para mañana después de clases o está ocupado después de las cinco?
Atentamente
Choi Jongho».
«Para ti tengo todo el tiempo del mundo.
Atentamente
Jeong Yunho».
Al cerrar la laptop relajó su cuerpo en el sofá, inundando su oídos con el jazz que resonaba en la habitación, sonriendo plácidamente con una copa de vino en su mano. Estar de esa manera era algo casi terapéutico para él, llenaba un poco la soledad que tenía en aquel departamento y ahogaba sus preocupaciones. Realmente le hacía falta tener a su madre en casa y estaba consciente de que los momentos de calma a esas alturas valían oro, porque en cualquier momento las cosas en su vida podían desestabilizarse.
Al día siguiente Jongho se encontraba en la oficina de Yunho, sentado al otro lado de su escritorio.
- ¿Te molesté mucho con lo del otro día y por eso no quisiste llegar de sorpresa?- indagó Yunho mientras apoyaba su mejilla en sus nudillos.
- Usted no paraba de quejarse con lo de agendar las citas, por eso preferí hacerlo- explicó Jongho.
- Aprecio el gesto- agradeció curvando sus labios discretamente-. Y bien, ¿Cuál es el objetivo de esta cita? Porque no recuerdo que lo hayas especificado en el correo- lo molestó sin deshacer su sonrisa.
Jongho rodó los ojos.
- ¿Acaso tengo que especificar explícitamente en un correo que quiero verlo? ¿Tanto adora las formalidades?- cuestionó el menor.
- Ah, entonces querías verme simplemente- asintió con una expresión totalmente complacida en su rostro.
- También quería conversar un poco... Respecto a lo de mañana.
Yunho alzó su vista con curiosidad.
- Si esperas que se cancele, no puedo hacer nada al respecto. Debes hablarlo con tu padre si no quieres que esté presente en la sesión...
- No es eso, profesor Jeong, sólo quería decirle que si mañana tiene que ser más estricto conmigo, hágalo si es necesario, de verdad no quiero que mi padre dude de usted y que me cambien de tutor. Yo... simplemente no podría seguir estudiando de esa manera- soltó el menor, reflejando la preocupación en sus ojos castaños.
Yunho no evitó sentirse ciertamente conmovido ante sus palabras, le hacían sentir que hacía bien su trabajo, o que Jongho le tenía aprecio, o tal vez ambas juntas.
- No te preocupes, Jongho, sé lo que debo hacer, pero agradezco que te importe.
- Claro que me preocupo, usted me importa mucho- confesó el estudiante.
Ante lo dicho, Yunho se puso de pie y rodeó el escritorio hasta quedar frente a Jongho e inclinarse junto a la silla. Su mano se elevó hasta revolver su cabello ante su expresión sorprendida.
- Eres un buen chico, Jongho, y gracias por todo, tú también me importas mucho- expresó sin dejar de enredar sus dedos en su cabellera oscura.
El aludido sintió su sangre irrigarse por cada vena de su cuerpo ante aquel cumplido, hasta llegar sus mejillas que acabaron por ruborizarse. Yunho tenía la capacidad de alborotar todo dentro de sí, en cuerpo, mente y alma.
- Si piensa que soy un buen chico, ¿no cree que merezco otro beso? Aparte creo que me quedó debiendo varios ayer- sugirió el menor para ocultar lo cohibido que lo hizo sentir.
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Respuesta (In) Correcta [2ho]
FanfictionAdaptación 𓍯 Jongho es un estudiante brillante que se ha preparado toda su vida para rendir el suneung, el temido examen de admisión para la educación superior. Su familia anhela que entre a la Escuela de Leyes de la Universidad Nacional de Seúl pa...