INOPORTUNO

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La idea de beber una sola cerveza toda la noche se fue por la borda cuando San los arrastró hasta un grupo numeroso que rodeaba la mesa de ping-pong.

Había una hilera de vasos rojos cuyo contenido se presumía que era cerveza, y probablemente algunos tenían agua u otro tipo de bebida alcohólica. Yeosang reconoció entre los rostros no muy conocidos a Taehyun y Soobin, quienes estaban discutiendo respecto a quién debía beber tres shots como castigo por haber hecho trampa. El segundo acabó cediendo, ante el griterío del resto y la sonrisa satisfecha de Kang.

Inició una nueva ronda. Yeosang tenía buena puntería, por lo que hizo beber a San en más de una ocasión. Por su parte, Jongho andaba sin sus anteojos, por lo que el juego se le dificultó bastante y acabó bebiendo varios vasos cortesía de sus oponentes.

Jongho y San terminaron bastante mareados y Yeosang al verlos se sintió afortunado. Pero aún quedaba noche por delante.

Todo iba relativamente bien, hasta que alguien sacó un mazo de cartas para jugar a la pirámide. Sentados en la sala de estar posicionaron los naipes sobre la mesa de centro antes de disponerse a jugar. No sirvió para nada que Jongho evitara darle shots a Yeosang, ya que San se encargó de hacerlo cada vez que le tocaba regalar, tal vez por venganza por ganarle en la mesa de ping-pong.

Yeosang perdió la cuenta de cuantos shots le tocó beber, pero sin duda era muchísimo más alcohol de lo que podía tolerar. Tambaleando, caminó en busca del baño y una vez dentro aprovechó de beber agua del grifo. Sintió su estómago revolverse y respiró profundamente. Aún le quedaba algo de raciocinio y sabía que no quería vomitar en casa ajena. Luego de descansar unos minutos, salió del baño en busca del resto, pero no encontró ni a San ni a Jongho.

La voz de Wooyoung cantando Red Flavor resonaba en toda la casa. Era un caos y sentía que su cabeza estallaría.

- ¡Yeosang, por aquí!- escuchó la voz de Taehyun entre toda la gente.

Por la expresión de su rostro podía deducir que lo llamaban para seguir jugando, por lo que arrancó hacia el patio de atrás, en donde varios de sus compañeros se lanzaban a la piscina. Definitivamente no se sentía cómodo, a pesar del alcohol en su sangre. En vez de euforia, le provocaba agotamiento.

Dio la vuelta y se sorprendió al divisar a Jongho sentado en las escaleras de la entrada.

Lucía encantador y Yeosang sintió que tal vez ese pensamiento cruzó su mente por culpa del alcohol.

Choi era un rival y no debía verlo de otra forma. Su madre lo mataría.

Caminó un par de pasos con la intención de acercarse, sin embargo notó que Jongho parecía estar hablando por teléfono.

Una sonrisa atravesó sus labios mientras sujetaba el aparato con su diestra.

Yeosang procuró ocultarse bien, no entendía por qué seguía ahí.

- Me va a matar si me sigue hablando con esa voz que tiene.

Fue lo que alcanzó a escuchar.

Yeosang abrió sus ojos en sorpresa, no sólo por la frase, sino por lo melosa que se oía su voz.

Jamás se lo imaginó hablando de esa manera.

¿Estaba hablando con quién creía? ¿O esa idea seguía siendo demasiado descabellada?

Lo vio ponerse de pie y aquello lo sobresaltó, por lo que ocultó su cabeza nuevamente.

Antes de que Choi regresara, el portón de la calle se abrió acompañado del ruido característico y el destello de un vehículo encandiló a Yeosang, mientras aún permanecía oculto. Cuando su vista regresó a la normalidad agudizó la mirada. No podía dar crédito a lo que estaba viendo.

Respuesta (In) Correcta [2ho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora