- ¿De verdad te gusta?- indagó Hyeon con ojos grandes de incredulidad.
Jongho tragó grueso, incapaz de articular alguna palabra para defenderse.
Quién calla otorga, dicen, y nunca un refrán había cobrado tanto sentido para el menor, pero aún así no podía hacer nada al respecto.
- No te enojes...- se quejó la mayor-, era sólo una pregunta.
- No estoy enojado...- murmuró con la vista enterrada en las sábanas-, ¿pero, por qué preguntarías algo así?
Jongho alzó la vista, sus ojos oscuros reflejaban angustia, aunque su hermana no lograra leerla del todo.
- Recuerdo la primera vez que me contaste que te gustaba un chico...- habló con cierta nostalgia en su voz- ¿Tenías unos trece?
Jongho dejó salir un suspiro.
- Pero ahora no estamos hablando de un chico de mi clase. Me acabas de preguntar si me gusta mi tutor.
Jongho no evitaba sonar fastidiado, aunque negara estarlo. Confiaba en Hyeon plenamente, pero a la vez tenía miedo. Absolutamente nadie debía saber sobre sus sentimientos hacia Yunho, de lo contrario metería al mayor en problemas. No obstante, ya no había vuelta atrás, su hermana lo conocía tanto como a sus libros de anatomía y era inútil tratar de engañarla, pues ella era de las pocas personas con quien no le funcionaban las mentiras.
- Sí te gusta...- afirmó la mayor aún sorprendida-. Escucha, Jongho, puedes confiarme tu secreto, pero debes tener cuidado...- advirtió mientras alzaba su mano para acariciar la mejilla del contrario en un gesto fraternal.
Las cejas de Hyeon estaban fruncidas y un destello de compadecimiento se alojaba en su mirada oscura.
- Si nuestros padres se enteran, no sólo lo meterás en un lío a él, tú también estarás en problemas...
Ante lo dicho, Jongho se deshizo de su toque de manera arisca.
- Lo sé- afirmó cortante, dándole la espalda mientras se acomodaba para dormir.
- ¿Él lo sabe?- indagó aún sentada sobre la cama, con la vista en la nuca de su hermano.
- No- mintió al cerrar sus ojos.
Una mentira blanca sería lo mejor en ese momento. Tal vez Yunho le había contagiado su filosofía.
Yoohyeon frunció sus labios, reflexiva, y asintió lentamente antes de oprimir el interruptor de la lámpara, para luego acomodarse de medio lado, en dirección contraria a Jongho.
- Es mejor que no lo sepa, y piensa en lo que te dije- murmuró con los ojos cerrados-. Buenas noches.
- Buenas noches.
[...]
La plática con Hyeon la noche anterior lo había dejado inquieto y aquella sensación perduró durante el trayecto al instituto, pero al menos logró deshacerse de aquella maraña de pensamientos cuando llegó la hora de rendir el último examen. Ya tendría tiempo para continuar sobre pensando las cosas.
El resto de la jornada continuó distraído, pensando en la advertencia de Hyeon.
Su consejo había llegado un poco tarde, Yunho tenía más que claro que Jongho gustaba de él, aunque nunca se lo hubiese dicho, pues sus acciones decían mucho más. Lo importante ahora era que ninguna otra persona más se enterara, tres ya era multitud.
«Si nuestros padres se enteran, no sólo lo meterás en un lío a él, tú también estarás en problemas».
Tenía razón, y no lo negaría. Sentía rabia contra sí mismo, por ser tan egoísta, por haberse dejado llevar por los impulsos y arrastrar a Yunho hasta un punto de no retorno.
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Respuesta (In) Correcta [2ho]
FanficAdaptación 𓍯 Jongho es un estudiante brillante que se ha preparado toda su vida para rendir el suneung, el temido examen de admisión para la educación superior. Su familia anhela que entre a la Escuela de Leyes de la Universidad Nacional de Seúl pa...