El tiempo había pasado, y ya casi se cumplían dos meses desde que Max le pidió a Bradley que fuera su pareja oficial. Las vacaciones también estaban por terminar, y la realidad del próximo semestre universitario comenzaba a hacerse presente.
Max aún reía de vez en cuando al recordar que Bradley había dicho que solo se quedaría en su casa una semana. Sin embargo, ya casi habían pasado dos meses y ni siquiera tuvo que rogarle para que se quedara.
Max no podía evitar sentir una mezcla de nerviosismo y emoción al pensar en lo que vendría. Habían compartido mucho en tan poco tiempo: desde las noches en las que ambos se quedaban hablando hasta la madrugada, hasta los días en los que simplemente disfrutaban de la compañía del otro en silencio, solo siendo.
Una tarde, mientras estaban en casa de Max, él preparaba café en la cocina mientras Bradley revisaba unos correos en la sala, que extrañamente habían llegado específicamente a casa de Max. El aroma a café recién hecho llenaba el aire, creando una atmósfera cálida y acogedora. Max, observando a Bradley desde la cocina, no pudo evitar sonreír al verlo concentrado leyendo.
— ¿Quieres azúcar en tu café? —preguntó Max, tratando de no interrumpir demasiado.
—Pareces una esposa recién casada, pero sí, por favor —respondió Bradley sin levantar la vista de las cartas, pero con una sonrisa que Max no pudo evitar notar.
Max llevó las tazas de café a la sala y se sentó al lado de Bradley, entregándole una de las tazas. Bradley agradeció con un gesto y tomó un sorbo, dejando escapar un suspiro de satisfacción.
—Esto está perfecto, gracias —dijo Bradley, finalmente apartando las cartas para mirar a Max.
—De nada. —Max lo observó con curiosidad—. ¿De qué se tratan esas cartas?
Bradley dejó los papeles a un lado y se recostó en el sofá, mirando el techo por un momento antes de responder.
—Son cartas de mis padres. Al parecer están enojados porque no me he aparecido en dos meses y no les he avisado. Aquí dicen que tienen algo importante que decirme, pero sinceramente no quiero saber nada.
Max asintió, impresionado. Sabía que Bradley era fuerte, pero verlo preocupado por sus padres lo hacía preocuparse un poco a él.
—¿Qué crees que quieran decirte?
—Conociendo a mis papás, nada bueno —Bradley echó la cabeza hacia atrás, cerrando los ojos y suspirando.
—Deberías ir a visitarlos antes de que acaben las vacaciones... —dijo Max, acariciándole el cabello.
Bradley sintió el toque suave de las manos de Max y una tranquilidad enorme lo invadió.
—Lo haré si me acompañas —dijo acercándose a él y recostándose en sus piernas.
—¿Estás seguro? No quiero causarte problemas —Max acarició su mejilla con delicadeza.
—Sí, estoy seguro. Además, pienso decirles lo nuestro.
Max sonrió de lado, inclinándose hasta la altura de Bradley y depositándole un cálido beso en los labios.
—Te quiero.
Bradley sonrió y se acomodó mejor en su lugar. —Qué alivio que aceptaras. Pagué dos boletos a Nueva York, nuestro viaje sale en dos días.
Max soltó una carcajada. —¿En qué momento compraste boletos? ¿Y cuándo pensabas decírmelo?
—Los compré antes de que llegaran las cartas. Ya tenía pensado viajar para presentarte, y pensaba decírtelo el mismo día del viaje.
—¿Y qué hubiera pasado si no aceptaba?
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Inesperado ꩜ .ᐟ Maxley // AU .ᐟ
FanficDurante una salida a patinar con sus amigos, Max nota a Bradley espiándolo. Decide ignorarlo en un principio, hasta que un día Bobby también lo descubre. Este evento lleva a Max a finalmente enfrentar a Brad, sin sospechar lo que estaba por suceder...