𝐏𝐨𝐫 é𝐥, 𝐩𝐨𝐫 𝐭𝐢, 𝐩𝐨𝐫 𝐧𝐨𝐬𝐨𝐭𝐫𝐨𝐬 [𝐋.𝐒]

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐎𝟐

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Cuando todos llegaron al aeropuerto, Louis fue el primero en bajarse del auto, yendo directamente a donde se encontraba cierto hombre, a quien saludo con un abrazo y un pequeño beso.

—Gracias por hacer esto Gabriel.

—Ni lo menciones, sabes que haría lo que fuera por ustedes ¿necesitas que haga algo más? ¿Qué me encargue de algo más?

Louis negó.

—No gracias, haber conseguido esto tan rápido fue suficiente.

Mientras que todos los demás iban subiendo al avión, Harry se detuvo, para comenzar a acercarse hacia la pareja.

—Gabriel —saludó— Gracias por esto.

Gabriel tomó de la cintura a Louis y le sonrió a Harry.

—No me lo agradezcan, y no se preocupen, ya saben que lo que sea que necesiten, pueden decírmelo —giró hacia Louis— Adiós, amor.

La pareja se despidió, y luego Harry se despidió de él dando un apretón de manos, había sentimientos encontrados, claro que sí, cada vez que él los veía juntos claramente algo dentro de él se movía no de buena forma, pero era un adulto, no podía mostrar celos en alguien que no le pertenece.

Sin embargo, algo que siempre hará y jamás dejara de hacer, es proteger a Louis, por más que haya pasado cosas malas entre ellos, él siempre vería por su bienestar, claro, sin jamás cruzar la línea pequeña de confianza que el castaño había trasado.

Por esto mismo, en cuanto subieron al avión, arrastró a Louis hacia el final de Jet y cerró la cortina para darles privacidad.

—¡¿Qué mierda haces?! —preguntó molesto en cuando sintió a Harry levantar su camiseta.

—¿Qué mierda, Louis? —dijo al ver los hematomas en su abdomen— Me dijiste que no pasaba nada, que jamás paso ¡¿Qué mierda es esto?!

—¡No es lo que crees! Ni siquiera debería darte explicaciones ¡entiende! No eres parte de mi vida ¡no te metas en ella!

Harry, con la sangre hirviendo cada vez más, volvió a bajar su camiseta y lo señaló.

—Que no se te olvide que tenemos un hijo, esa será una conexión que jamás podrás romper, y si ese hijo de puta va a tu casa y trata de siquiera tocarle un pelo a Khabir, te juro que lo mataré con mis propias manos.

Una cachetada lo hizo callar, volvió su vista hacia el castaño, viendo como este hacia un puño con la misma mano con la que lo había golpeado y la bajaba temblorosamente, mientras se enderezaba y evitaba que las lágrimas salieran.

—No lo menciones a él, no te atrevas a hacerlo Harry, no tienes derecho.

—¡Es mi hijo!

—¡Sí y el mío también! ¡jamás dejaría que alguien le hiciera daño! ¡¿Cómo puedes pensar eso?! ¡con que cara te atreves a echarme en cara algo cuando tú eres quien lo tenía a cargo!

Estaban cegados, ambos por cosas diferentes, por temas diferentes, no tenían tiempo para esto, lo sabían, pero Harry no quería dejar pasar esto, sabía que Louis jamás dejaría que alguien le tocara un pelo a Khabir, pero él... ¡carajo! Lo conocía y sabía que sabia fingir demasiado bien, sabía perfectamente que esos hematomas eran causados por golpes.

—Escucha, sé que jamás dejarías que alguien se hiciera daño a Khabir, pero Louis —pidió acercándose a él, sintiendo su corazón apretársele cuando lo vio dar un paso atrás con ¿miedo?— Louis si él te está haciendo daño... si hace algo que no te guste, ¿sabes que puedes pedir mi ayuda, ¿verdad? ¿sabes que puedes decirme lo que sea?