Capítulo 30: Debe quedarse con Wen Qingci

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Wen Qingci dio medio paso atrás, distanciándose ligeramente de la barandilla.

El "antídoto" que Xie Bufeng debe tomar cada mes solo está disponible en casa de Wen Qingci, por lo que realmente no puede permitirse ningún accidente.

Por lo tanto, no reflexionó demasiado sobre las palabras del joven.

Simplemente no pudo evitar preguntarse y recordó repetidamente... ¿Cuándo exactamente había llegado Xie Bufeng silenciosamente detrás de él?

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A diferencia de los ríos modernos interceptados en tramos por represas, independientemente de la estación seca o húmeda.

El Gran Canal Yinchuan excavado artificialmente, al igual que innumerables ríos naturales de esta época, se vio muy afectado por las estaciones y las precipitaciones.

En términos generales, mientras pasaran los días más fríos del invierno, se podría navegar por el tramo del canal cerca de Yongdu.

Sin embargo, no se pudo garantizar la calidad de la navegación.

El Segundo Príncipe, Xie Guanzhi, viajó en un pequeño bote delante de la flota real en el Gran Canal de Yinchuan. Aparte de él, había varios funcionarios que lo acompañaban a bordo.

– Su Alteza, no ha habido precipitaciones en esta área recientemente, por lo que el nivel del agua ha bajado más de tres metros... Puede que sea transitable para embarcaciones pequeñas, pero si llega el barco de Su Majestad, podría encallar aquí – Dijo El funcionario responsable de la hidrología de este tramo del río con gran vergüenza.

Los preparativos para esta gira por el sur llevaban mucho tiempo en marcha, pero las precipitaciones estaban fuera de control.

Sus palabras fueron claramente objetivas, pero su tono parecía algo culpable.

– Hmm – El Segundo Príncipe miró hacia el río que tenía delante y ordenó directamente – Llame a los barqueros con anticipación. Cuando el barco de recreo llegue aquí, hazlo remolcar directamente sin esperar más – Después de hablar, entró en el barco.

Había muchas personas a ambos lados del canal que se ganaban la vida tirando de embarcaciones.

Cada vez que un barco encontraba bancos de arena peligrosos o aguas malas, o cuando el nivel del agua en el Gran Canal de Yinchuan era bajo, los llamaban para tirar del barco.

Para esta gira por el sur, la familia real desplegó decenas de barcos.

Para mover estos barcos se necesitarían al menos miles de barqueros.

Cerca de Yongdu se desarrolló el transporte terrestre y no era un centro comercial importante, por lo que normalmente no había mucha necesidad.

Por tanto, el número de barqueros activos en las cercanías era muy limitado.

Originalmente, el funcionario había planeado llamar a los barqueros de otros lugares de manera oportuna cuando los barcos tuvieran dificultades para avanzar, pero no esperaba que Xie Guanzhi hiciera un gesto con la mano y les hiciera venir con anticipación, siguiendo a la flota hacia el sur.

De hecho, esta fue la solución óptima, pero el gasto de tantos barqueros que llegan un día antes, significa un día más de gastos, que pueden sumar una cantidad enorme.

Quizás sólo un príncipe favorito como Xie Guanzhi tuvo la audacia de hacerlo...

–¡Si su Alteza! – El funcionario vaciló por un momento, luego lo siguió apresuradamente al interior, transmitiendo simultáneamente la decisión a los que estaban abajo.

Guía de supervivencia del médico del loto negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora