Roberto cae sentado en su cubículo. Está extenuado, es cierto, su vista le pide descanso y su cuerpo echarse. Mira hacia las paredes de su cubículo y se apagan, igual con el techo, el cubículo adquiere un tono oscuro, semejante a una caja negra. La voz de Cadmio, su asistente, le sugiere poner un color tenue pastel y su canción favorita para descansar, debe haber notado su desgaste físico y mental con los sensores que le miden, segundo a segundo, sus signos vitales, su concentración de hormonas de estrés en la sangre y su actividad cerebral.
Al menos su cubrecama era de algodón, acarició con suavidad la tela, ¿pero lo era?, siempre le embargaba la duda, casi en todo final de jornada pensaba en ello, la Red le decía que sí, Cadmio también, los influencers lo experimentaban como tal, no había quien lo negara, y sin embargo él, acariciaba su cubrecama deseando calmarse, descansar y estar seguro de que era algodón. Pero, otra vez le sucedía ese sueño, cuando era niño, pequeño, tenía ese sueño mezclado de un vago recuerdo de su madre acurrucada a su lado, en esa casita de tres por tres sin casi nada de tecnología, desconectada del mundo, pero sus pequeños dedos sentían el algodón y el calor de su madre. Entonces Roberto no puede sino dudar, mientras Cadmio le susurra con voz suave, si desea su canción preferida, “Singin’ in the Rain”.
Roberto abre los ojos, mientras se alista para empezar su conexión al cubículo a la vez que come su paquete nutricional, Cadmio le avisa que hoy tiene los suficientes créditos para caminar quince minutos en el exterior, él se sabía responsable, no quería impactar al mundo con ese egoísmo irresponsable de su huella de carbono, todos sabían que al caminar al exterior, los implantes generaban mucho mayor contaminación en el mundo, lo que repercutía en la Naturaleza, ¿quién puede dudar que 14 mil millones de individuos caminando impactan terriblemente a nuestro Hogar? Por ello, Roberto desiste, hoy día no Cadmio, conéctame al Mercado, ¡vamos a vender rumbo al Éxito! Y saltaba como un luchador entrando a un ring imaginario.
Y una gran sonrisa con una posición corporal estilizada lo ingresaba a la Red, su Avatar era siempre la mejor versión de sí mismo, era encantador, era convincente, era carismático, era una luz en la jungla de la Red, y decenas de miles de conectados al día a él, lo demostraba. Era Robert McCoy, el único, el natural, la luz del McCoy Show.
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New Breed City (Micro relatos)
FantascienzaEsta es una serie de microrelatos de personas de New Breed City. Si te gusta algún personaje o historia, coméntame para seguir escribiendo sobre ese microrelato que te gusta. Disfruta la lectura.