Paso a paso

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Izuku miró el lugar extrañado, -Que hacemos en un hotel, Kacchan?- dijo siguiendo al cenizo, el cual ya estaba entrando.

El rubio pagó por dos noches, agarró la llave y fue a la habitación, seguido por un pelibrocóli aún confundido.

Midoriya entró a la habitación después de Bakugo, cuando pasó, el anterior mencionado trancó (o trabó) la puerta.

Se sentó en la cama, buscó en su mochila y de esta extrajo una carta, a continuación se la extendió al peliverde. -Leela porfavor, Deku- dijo extrañamente calmado. Eso hizo que el brócoli se estremeciera un poco, pero hizo caso.

-...-.

-Esto no es verdad... No puede serlo-, el peliverde había leído la carta y había quedado atónito. -Dime que es una broma, Kacchan, esto no es verdad-, dijo con cara seria.

-Te parece que voy a jugar con algo así?!- le gritó al desconfiado Izuku, las lágrimas comenzaban a deslizarse por sus mejillas.

El brócoli, al ver esto, se acercó rápido al rubio, tirando su mochila, se arrodilló y acunó su cabeza en sus manos, limpiando las lágrimas con sus pulgares. Luego, bajó ligeramente el pantalón del contrario, con la esperanza de no encontrarse nada, pero eso no pasó, en su pelvis estaba el "100" de esa mañana. Midoriya recordó el ataque de pánico que tuvo su amigo al ver ese número, ya entendía porqué.

-Está bien, Kacchan-, dijo finalmente, el mencionado levantó la cabeza, -Te ayudaré-.

Bakugo estaba feliz y nervioso, básicamente tendría que tener sexo con su amigo de la infancia, cosa que le daba vergüenza, pero no quería morir, además, siendo sincero, ese chico tan dulce le parecía bastante lindo...

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Los dos estaban acostados en la cama, estaban en calzoncillos, aún estaban nerviosos.

De pronto, Izuku tomó la iniciativa, quitándoselos. Al hacerlo, dejó a la vista un enorme miembro, Katsuki tragó seco, esa cosa tendría que penetrarlo.

Se levantó y fue hacia su mochila, de ésta sacó un lubricante y se lo tiró a Izuku, éste lo atrapó en el aire.

Katsuki se acercó a la cama, -Estás listo?-, le preguntó el peliverde, el rubio asintió quitándose su ropa interior, estaba rojo de vergüenza.

Midoriya atrajo al rubio hacia él, uniéndolos en un beso, el cenizo, aún sorprendido, cerró los ojos, correspondiendo.

Izuku lo agarró de la cintura, bajando hasta su culo, donde apretó una nalga, Katsuki jadeó aún besándolo. Pronto se separaron por falta de oxígeno, luego de unas bocanadas de aire, volvieron a besarse apasionadamente.

De pronto, Bakugo se escapó del beso, soltando un gemido, para inmediatamente aferrarse del cuerpo del peliverde, apretándolo, pues el contrario había metido un dedo lubricado en la entrada del cenizo, tomándolo desprevenido.

-Ah~, bas-bastardo~-, gimió el rubio, -Ha-Haber avisa-ado~-.

-Lo siento Kacchan, esque sino no sería divertido-, dijo Izuku sin una pizca de remordimiento.

Pronto, metió un segundo dedo en la entrada del rubio, de nuevo sin avisar.

-Ah!~-, gimió de nuevo, agarrando de las greñas al peliverde. Éste último, empezó a hacer movimientos de tijeras dentro del rubio, para así dilatar su entrada.

El peliverde quitó sus dedos lentamente, Katsuki suspiró, relajando su cuerpo, un segundo después, el brócoli metió de golpe tres dedos, haciendo que el rubio gimiera bien alto, y empezara a jadear, -AH~-, hasta ahora había estado mordiendo su labio inferior, para gemir lo menos posible, pero no se esperaba eso, tampoco se esperaba que el chico al que creía conocer fuera así de... Como decirlo? Lujurioso.

El pene de ambos estaba ya erécto desde hacía un buen rato, Katsuki lo sentía, no solo el suyo, puesto que el de Deku rozaba su pelvis por la pose en la que estaban.

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Que cierre de mierda, lo sé, esq no sabía que carajo poner. Supongo saben lo q se viene en el próximo cap, así q ni me voy a molestar.

Palabras: 638

100 veces [DekuBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora