Juguetes

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Antes que nada quiero decir, sí, me voy a ir un poco mucho del tema, pero me gusta, necesito, perdón, pero si las personas están leyendo esto, es porque les gusta, así que un poco de "premio o castigo" no les va a importar, o no? 😏

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Izuku dejó a Katsuki descansar, estaba en la cama acostado, dormido. Su cara era tan linda, tan, tan (q se volvió campana, ok no xd)... Calmada, parecía irreal.

Se duchó rápidamente, se puso su ropa y salió de la habitación, cerrando la puerta a sus espaldas. Se había llevado los dos juegos de llaves, para que el rubio no pudiera irse, solo por las dudas, aunque podría usar sus explosiones, él sabía q no lo haría, no rompería el hotel. Si bien no sabía porque decidiría irse, ya que después de todo, si no hace esto la queda, uno nunca sabe, quizás lo que Deku le había hecho había sido un poco... Excesivo, y no había sido muy gentil que digamos, así que tomó las precauciones, al cabo, tal vez podría ir a buscar a otra persona.

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El peliverde salía de un SexShop, tenía dos bolsas en la mano, había comprado un par de cosas.

Pensó, para convencerse de que no iba a derrochar plata, que con algo más erótico, iba a correrse más rápido, aunque bueno, a él siempre le gustó Katsuki, siempre quiso hacer eso con él, pero pensaba que no tenía oportunidad, y que después de ésto, probablemente tuvieran menos contacto todavía, entonces iba a aprovechar esta oportunidad.

Claro, también compró viagra para poder correrse, si se quedaba seco no iba a poder (xd).

También digamos que quería torturar un poco a su Kacchan, era su "venganza", por lo de Aldera. Esa iba a ser su excusa, y si el rubio no le dejaba, pensaba usar la fuerza.

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Deku entró a la habitación, cerrándola a sus espaldas. Katsuki salía del baño, estaba completamente desnudo, a excepción de una camiseta de Izuku que le quedaba grande.

Esto exitó al dueño de la camiseta, quién cerro de nuevo la puerta con llave y se adentró en la habitación.

–Kacchan~–, dijo con una sonrisa, vaya uno a saber si de felicidad, lujuria, o una mezcla de ambas.

–Q-que querés Deku? No me mires así, das miedo–, dijo algo sonrojado.

–Compré unas cositas, las quieres ver?–, dijo con, ahora sí, una mirada lujuriosa, sin contar la voz.

Katsuki tuvo un mal presentimiento, pero aceptó. Se arrepintió al minuto (Pelotudo).

En las bolsas que Deku había traído, había, un vibrador, un par de esposas, una mordaza, un cinturón de castidad, un dildo, y lencería, y obviamente, como dije anteriormente, Viagra.

Deku sacó la lencería y se la mostró a Katsuki, –Te la ponés?–, puso ojos de cachorro triste, pero obviamente Katsuki no cedió.

Agarró las esposas, y tan rápido como me leo un Fanfic de sexo gay, tenía a Katsuki esposado a la cama. Lo había agarrado desprevenido, así que este se sorprendió.

–Ésta es mi venganza por lo de Aldera–, tal vez si le decía eso, el blondo se resistiría menos.

Con la misma velocidad con la que lo había esposado, le había arrancado a Katsuki la camiseta que se había puesto, y le había puesto la lencería.

–O-oi! Qué hacés, maldito pervertido?!–, preguntó desconcertado.

–Me divierto–, dijo con una sonrisa.

Agarró el lubricante que había en la mesita de luz (o mesita de noche, como le digan) y el vibrador.

Si bien la entrada de Katsuki aún estaba dilatada, no lo quería lastimar, así que untó el líquido viscoso en sus dedos, y los enterró en el ano del menor.

–A-ah~!–, el rubio gimió alto ante el intruso, esto exitó al peliverde.

Luego de mover un minuto sus dedos, pues no era necesario mucho más, le puso el cinturón de castidad al menor, luego introdujo el vibrador en su anillo de carne y lo encendió a la máxima potencia.

–A-AH~! m-mgh~–, gimió alto el cenizo. –P-para~! Mmhg~!–.

Izuku posicionó su miembro, y de una estocada lo enterró en su ano.

–AH! DUELE!–, gritó Katsuki, él no pensó que esto pasaría cuando pidió la ayuda del pecoso. Las lágrimas caían por sus mejillas.

–No te preocupes, Kacchan–, dijo Izuku, bajó el nivel del vibrador al más bajo y esperó a que el menor se acostumbrara.

Cuando Katsuki hizo un leve movimiento de caderas, Izuku se empezó a mover, pero enseguida se le ocurrió algo, y cambió de opinión, saliendo de su amado. El de abajo quedó muy confundido.

–E-eh?–.

El pecoso le puso la mordaza, sacó el dildo de la bolsa y lo pegó al piso (con una ventosa) y lo embadurnó de lubricante. Se acercó al rubio y lo desató, lo cargó, y posicionó arriba del dildo.

El rubio no sabía qué pasaba, sospechaba lo que haría el pecoso, pero no era posible, o sí?

No pudo pensar mucho más, el mayor lo dejó caer encima del pene de goma, haciendo que entre hasta lo más profundo de sus entrañas.

–MMHHH!–, la mordaza ahogó un grito de dolor.

–Quedáte quieto–, le dijo el contrario. Así lo hizo, esperó.

Luego de un tiempo, sintió como el vibrador llegaba a su máxima potencia nuevamente.

Luego, sintió unas manos en su cintura, las cuales lo levantaron y lo dejaron caer.

–Mmh~!–, así siguieron un rato, al rubio le dolía, por culpa del cinturón no podía correrse. Cuando el pecoso estaba ya muy excitado, sacó al pelirubio del dildo de golpe, sacó el vibrador rápidamente, y entró en él de una estocada, solo para correrse como nunca en su vida. El número en su pelvis volvió a bajar.

El rubio no podía más, se sentía muy lleno.

–Parecés mi contenedor de semen, Kacchan–, el peliverde le dió una fuerte nalgada que resonó en el cuarto.

El rubio se sonrojó ante la vulgaridad de la frase y el golpe en su culo, pero no pudo pensar mucho más, ya que cayó rendido.

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Andá a cargar, no sé si me quedó rico, si me quedó bien, mal, bien mal, no sé, me vale verga, con tal de no abandonar la historia.

Tengo un raro fetiche con las nalgadas y las palabras vulgares cuando leo, vulgares como la que dijo el nerd, "contenedor de semen", me encanta esa, tenía que ponerla, también tenía que poner que le diera una nalgada, la verdad no me acuerdo si ya le dió una en capítulos anteriores, pero bueno.

Quiero decir, que sí me fui del tema, pero es mi historia, mis reglas, mis fetiches y mi lemon, yo hago lo que se me salga del culo.

Palabras: 1116

100 veces [DekuBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora