Melodía del destino

Capítulo 1

Morí, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿por qué?, eran algunas de las tantas preguntas sin respuestas. Lo único que tenía en claro, es que de algún modo conocia gran parte de la "historia de vida" de estás personas, por alguna razón se sentia atraído por observar a una familia de vampiros, algunas personas del pueblo y personas del pueblo quileute, se sentía cercano a ellos aún cuándo no podian escucharlo.

La hija del jefe de policia local se "enamoró" de uno de los vampiros residentes, el "menor" de los Cullen, aunque en realidad era el segundo mayor en el clan, siendo el lider su "creador". En todo caso ese amorio juvenil era entretenido de ver, algo exasperante en ocasiones, pero lindo por sus reacciones.
A veces le hubiera gustado poder escuchar sus pensamientos, es decir, el interior de "los personajes", para lograr comprender su profundidad. Sería hipocrita decir que era "feliz" de sólo observar, en ocasiones parecia que podian escucharlo o verlo, o al menos presentirlo, principalmente entre los quileutes.
Sabia que estuvo vivo, como ellos, pero ahora no, era una entidad, fantasma, quién sabe, no podia reflejarse ni verse a si mismo, pero estaba seguro que existia. Pocas veces logró afectar el entorno, una vez jugó con las luces en casa de un tal Sam, un impresionante cambiaformas, era divertido verlo rabiar, más al electrizar su negro pelaje de lobo, parecía esponjoso.

La dinámica en ese territorio era peculiar, hombres que se convertian a voluntad en grandes lobos; un fuerte aquelarre vampiro ya establecido que mantenia a raya a los vampiros nómades; espiritus de la naturaleza que protegian al pueblo local; dramas novelesco de los habitantes, algunos graciosos, otros no tanto, pero eso pasaban a lo lejos, porque el 98% del tiempo la vida en el territorio era tranquila y agradable.
Hubo un altercado entre los vampiros locales y un trio de salvajes, los mismos llevaban tiempo ocasionando problemas en los alrededores.
Ese trio de sanguijuelas casi atacan a una de sus favoritos, la señora Ferguson era una dama muy linda que cantaba mientras cuidaba su jardín, incluso respondía a su presencia, no podia verlo pero hacia comentarios como si supiera lo que decia. Por suerte la señora en su corazón entendió sus advertencias, ella tenia una rutina de salida, estuvo a nada de cruzarse con ellos, pero por primera vez en años cambió el rumbo y retrocedió. Los vampiros la olfatearon, obviamente ignorando sus fantasmales gritos de amenazante advertencia para no seguirla, asombrosamente logró hacerlos tropezar y ante la confusión de ellos, dio tiempo para que el aroma de la señora se mezclara con el ambiente.

El lider del trio se obsesionó con la hija del jefe de policía, un sádico de lo peor ocasionó conflictos. Para huir de Forks la chica usó palabras contra su padre.
Observó la situación conociendo el trasfondo y lo que sucedería antes que pasara, se quedó cerca del jefe de policia mientras "los protagonistas" continuaban el conflicto en otra ciudad. Sintió empatia por el hombre, cantó canciones para tranquilizarlo, elevar el ánimo de su espiritu y su optimismo, hubiera querido ser sólido para reconfortarlo, el hombre parecia un niño, rompía su inmaterial corazón.

Si bien el panorama regresó a un punto de equilibrio, la "normalidad" se quebró nuevamente. Ocurrió un incidente en el cumpleaños de la hija del jefe de policía, su amiga vampira quiso celebrarla organizando un brindis en su casa, por lo mismo la invitó y convenció de ir. Sin embargo, accidentalmente la cumpleañera se cortó al desenvolver uno de los regalos, y ahí el ambiente festivo se arruinó, porque al tratar de protegerla de uno de sus "hermanos", el novio la empujó con demasiada fuerza, provocando que cayera sobre un mueble y se lastimara aún más. Tras ese incidente la tensión se hizo presente, en la familia de vampiros las dudas se reforzaron, desde el comienzo del noviazgo hubieron opiniones a favor y en contra, pero lo sucedido hizo reconsiderar al vampiro sobre el peligro al que exponía a su mortal novia, y a su familia.

Pasaron días en los que el contacto entre los novios era mínimo, en la escuela el vampiro caminó silenciosamente a su lado, durante la jornada era obvio que ella no podia concentrarse en las clases. El vampiro susurró la respuesta correcta entre dientes ante el desconcierto de ella, pues una de las profesoras realizó a la chica una pregunta sobre la clase, y está no habia estado prestando atención.