Capitulo 4

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Jacob captó de inmediato el gesto, avergonzado casi gritó negándo tal idea, cubriendo sus partes íntimas de manera protectora.
- No me refiero a eso - dijo entre dientes rumiando y mordiéndose lo que iba decirle.
- Bueno, sé claro - contestó fingiendo inocencia - Es una buena noticia, porque sería una lástima perder tal regio ejemplar. ¿No crees? - expresó con cierta coquetería.
Jacob parecio impactado, se sonrojó y desvio la mirada. Dio la espalda a Issy y carraspeo.
Ella se tapó la boca, terminó con hipo por contener la risa. Caminó hasta su escritorio dónde quedaba todavía algo de agua mineral en una botellita.
El chico se reconpuso y retomó su postura inicial.
- Vine porque no podía dejar las cosas como quedaron. Fue horrible. Perdona. Sé que estoy siendo confuso. Lo sé. Quiero explicártelo... En serio quiero hacerlo, pero no puedo, y nada me gustaría más.

Respiró pesadamente, recuperando el aliento.
Ella espero parada frente él en silencio.
- No puedo hacerlo - murmuró con frustración.
- Está bien, lo comprendo. Entiendo que guardas un secreto que no puedes compartir conmigo. No voy a presionarte, asi que deja de angustiarte por ello.
- Isabella, a veces, la lealtad se interpone en tus deseos - susurró más para sí que para ella - A veces, un secreto no te pertenece y no lo puedes revelar.
Se miraron el uno al otro durante bastante tiempo en la penumbra de la habitación.
- Lo sabes ¿cierto? Por eso no has hecho preguntas - dijo de repente - ¡En realidad ya lo sabes!
- ¿De qué me hablas? No sé nada más que lo que tú mismo me contaste - dijo con media sonrisa.
En realidad Jacob se lo comentó a Bella como parte de un cuento tradicional de su pueblo, sin detalles pero con lo esencial para deducir lo que pasaba. Bueno no tanto, para Issy era fácil porque contaba con spoilers, y ese día fueron ellos los que se sentaron cerca cuándo ella absorbía la energía del mar, sus indiscretos oídos fantasmales fueron tentados.

Jacob dio un respingo de sorpresa para luego inclinarse sobre ella, mientras su expresión pasaba de la desesperanza a una centelleante energía, y luego al enojo en un segundo. Con la ira ardiendo en sus ojos su voz era más ronca.
- Lo sabias y aún así... Ellos son los culpables por existir - masculló - Nada de esto me hubiera sucedido sin ellos.
Parecía cohibido por la furiosa reacción que tuvo.
De pronto, fue más de lo que pudo soportar. Issy que hasta el momento sobrellevo bien el encuentro, se tambaleó por la presion ejercida, fue como si Jacob hubiera liberado su energia opresiva, la energia que provenia de emociones negativas como eran la rabia que el muchacho sentia contra los Cullen.
Con paso vacilante trató de sentarse.
- ¿Issy?... ¿Isabella? ¿Qué te sucede? - susurró Jacob con ansiedad.
La tomó por el codo al verla tambalearse y la guió hacia a la cama. Las piernas cedieron en cuánto llegó al borde, ella se dejó caer encima del colchón rebotando.
- Rayos. Jake, controlate por favor.

Para ella en verdad era como si metafóricamente un rayo cruzara sus protecciones, era una energia electrizante y asfixiante, que erizaba para mal su piel. Tal vez todo se debiera a los propios ajustes que estaba pasando, entre las variadas cosas que experimentaba, trató de sacar provecho al don natural de Bella: su escudo mental. Ciertamente estaba pérdida respecto a cómo utilizarlo, pero al menos lo intentaba.

- Ey, ¿estás bien? - preguntó Jacob.. La preocupación y la angustia sustituyó buena parte de la severidad de su rostro.
- Cierto - admitió Jacob y respiró hondo - Mierda, bueno, yo… Lo siento, Sam me ha estado ayudando, pero todavia soy nuevo en esto... Aunque no comprendo porque te afecta tanto.
- ¿Será por qué soy un ser sensible? Por si lo olvidaste tengo una sensibilidad sensorial especial, ¿por que crees que medito y entreno mi resistencia? ¿Por moda?
- Lo siento - expresó arrepentido.
- Tengo una alta resistencia, me enorgullesco de poder tolerar y repeler las vibraciones nocivas de la gente. En cambio tú... Tú energía tiene una fuerza abrumadora, magia natural, poder espiritual, o cómo corno se diga.
- ¿Corno?
- ¿Prefieres un insulto? ¿Por qué puedo desplegar un "florido lenguaje"?, quedarías atónito.
- Se nota que estás mejor.
- Algo.

Melodía del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora