Taehyung pensaba que su bebé era una belleza realmente, podía apreciarla, su bebé no parecía en si un recién nacido, a tan sólo unas horas su bebé podía alzar su cabeza y buscar su calor, podía ver la fuerza de su bebé.
Eloise se movió despacito al ver a su padre acercarse, era como si ella supiera que el strigoi era su padre.
—Eres preciosa. — Jeon sonrie apenas, cargando a la infante con delicadeza, su olor era lo que le traía loco. Su instinto sabia que su bebé era tanto suya como de su sangre.
La sangre de su hija era la perfecta mezcla.
—El Consejo no tardara en darse cuenta que hay un bebé ya con nosotros - Antón musitó. La preocupación era clara en su voz, sus ojos se cierran con fuerza. — moriremos.
—Primero los asesino antes de que toquen un cabello se mi sangre e hija.
—No es tan fácil jungkook...
—¿Quien dijo que sería fácil? es claro que ya somos una amenaza para ellos.
Jungkook se sentó aún lado de Taehyung, quien se encontraba aún sobre esa cómoda almohada de terciopelo, parecía suave y demasiado cómoda para él que ni hacia un movimiento alguno fuera de esta. Depositó a su pequeña hija sobre sus brazos y dejó un beso en sus cabellos rubios sentándose lentamente soltando un suspiro cansado.
—No pienso dejarles ahora que no sólo uno de ellos depende de mi, tengo una familia a la cual proteger.
Anton pensó que tal vez la paternidad le hacía tener más sentido de territorio sobre su pequeña familia y que tal vez se le pasaría a los días.
El vampiro miró hacia la ventana, el olor a sangre ya había pasado a segundo plano como para enloquecerlo, ahora se encontraba preocupado.
¿Como saldrían vivos?
Había pasado años, siglos sin ningún tema que le atormentase como ese, sin embargo.
Ahora sentía que podía tener una cuchilla en su garganta.
—Tenemos que irnos... No tardarán en encontramos.
Su mirada fue hacia Jungkook, sintiendo como comenzaba a cerrarse su garganta al ver que este dejaba caricias en las manos de Taehyung, mirando hacia el bebé entre sus brazos. ¿Asi era el amor entre una sangre destinada y un vampiro?
Apretó sus labios, sintiendo estos temblar un momento.
¿Por qué su esperanza estuvo viva hasta que apareció taehyung? Era claro que Jungkook jamás lo veria como una pareja.
Nunca lo iba a ver de tal manera.
Nunca lo iba a ver cómo él siempre lo había mirado.
Miró de nuevo a la ventana, sintiendo como si sobrase en esa habitación por lo que tomó la perilla de la puerta abriendo esta lentamente y saliendo después, arrastrando sus pies por aquel pasillo oscuro, abrazándose asi mismo.
Jungkook hizo caso omiso al sonido de la puerta, sabía que estaban seguros por el momento por lo que bajaría un poco más la guardia y su atención estaría en su pareja e hija, sonrió de gusto viendo a esa bebé.
Su pequeña tal vez había heredado más de él como creía.
Pero a pesar de poseer el cabello rojizo que caracterizó una vez a su familia.
Podía ver cómo era la viva imagen de Tae.
El sonido de este le hizo reaccionar, llegando la vista hacia el dedo del doncel, Eloise apretaba con firmeza su dedo, rápidamente intentando quitar este Taehyung pareció asombrado.
— Me sorprende que no te haya roto una costilla cuando estuvo adentro, es fuerte.
—Sentía que lo haría... Sabía que en mi vientre ni había un bebé normal y que en cualquier momento podía suceder algo así. — El rubió susurró mirando a la bebé la cual se encontraba mirarlos atentamente. — ¿Qué haremos Jungkook? No quiero que ellos vengan y le intenten hacer algo a mi hija.
El vampiro lo miró, arrugando sus cejas.
—Necesitaremos hacer algo.
El humano pasó saliva mirando a su hija aún temblando sin evitarlo y la mirada rojiza del vampiro le hizo temblar más.
—¿Y qué haríamos?
Jungkook acarició su mejilla, dejando un beso suave y lento en su boca, al separase lo miró.
—Creo que deberé transformarte.
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