Karma

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Sirius suelta un suspiro de puro gozo mientras se deja caer en el colchón, toda la cama rebota ante su peso y él disfruta la suavidad de las mantas y almohadas que lo rodean. No abre los ojos cuando el mismo colchón se hunde a su derecha, una sonrisa en su rostro cuando siente como Remus se acurruca con él, su cabeza en su pecho y aferrando a su cintura. Las cobijas alrededor cubren su desnudez, pero no otorgan ningún calor, pero esta bien, pues la pasión recién compartida hizo suficiente trabajo en dejarlos con una cálida satisfacción. Por la ventana pueden ver la fría noche de invierno, la nieve cae, pero ellos se mantienen tibios y cómodos en los brazos del otro.

Las suaves y perezosas caricias abundan entre ambos, un momento de intimidad más fuerte que el del clímax pasional.

—¿Severus no va a sospechar si no regresas esta noche? —farfulla Remus, regresando el peso de la realidad a sus acciones, temeroso y culpable, pero egoísta por la forma en la que sostiene con más fuerza al hombre bajo suyo.

A como toda respuesta, Sirius resopla y niega, viendo el reloj en la mesita de noche.

—Cree que estoy con Regulus para resolver lo de la empresa. Sabe de los problemas y no se sorprendería que me quedara a dormir para arreglarlos. No sospecha nada.

—Mhm. —No hay respuesta con más palabras, porque si dice más, la amarga culpa y ácida realidad arruinaran el dulce momento de mentiras e ilusiones que han construido entre ellos.

Y es que lo sabe, Remus sabe que está mal, que es inmoral, cruel y mezquino lo que están haciendo. Snape nunca hizo nada para merecer esta traición, sí, nunca fueron amigos, pero jamás sufrió a cuenta suya, teniendo los secretos sobre él como para arruinar su vida y en vez quedarse callado, Snape cerro la boca al respecto, no amenazó con decir nada, no chantajeo ni busco nada a cambio, tampoco lo vio con malos ojos. ¿Y que hace Remus para pagarle? Duerme con su prometido.

Sí, ninguno lo quería al inicio. Después de años de tira y afloja, ellos dos habían llegado a esa extraña relación, donde tendrían encuentros de pasión, dulces intercambios y amorosas palabras intercambiadas, pero mantendrían una silenciosa distancia estando a ojo público, frente a James y Peter, solo serían los mejores amigos con tendencia al contacto físico. Y Remus estaba bien con eso, o al menos eso pensaba, hasta que sucedió. Cuando Regulus introdujo a Snape como socio de la compañía, Sirius había hecho un escándalo, acusándolo de mil y un cosas de las cuales la mitad eran mera especulación y chismes de secundaria. Snape se mantuvo tranquilo, pero no pasivo.

Extrañamente, James no tuvo problemas con él, tampoco Peter. James acepto su incorporación sin pestañear ni gritar, le dio la razón a Regulus y le dio la bienvenida a Snape, saltando directamente a la negociación de un contrato. No entendió de dónde venía la buena voluntad al muchacho que James molestaba por diversión, hasta que una tarde James se lo confeso mientras compartían un vaso de Whiskey.

—Algunos nos damos cuenta cuando nos equivocamos, pedí su perdón hace mucho tiempo, acepte sus insultos y valide su dolor como real, no pague por el daño que le hice, pero al menos intente ayudar a sanar.

Y Perter, bueno, él nunca fue directo participe dentro de las burlas y bromas, podría decirse que, de todos, él llevaba mejor relación con el azabache. Sirius por otro lado....Tomó varias sesiones, juntas y resultados para que la tensión entre los dos se aminorara lo suficiente para que pudieran estar en el mismo espacio sin insultarse mutuamente. Iluso de su parte el confiarse al respecto.

La tensión que alguna vez fue mala sangre, se volvió un extraño coqueteo entre ambos. Nadie parecía sorprendido por cómo se iban doblando las cosas y Remus tuvo que quedarse en un doloroso silencio. Cada coqueteo era como una aguja, cada roce un corte y cada encuentro un falso consuelo. El día que anunciaron su relación, Remus sintió los fragmentos de su corazón clavarse en su pecho, horribles celos sangran de esas heridas y se cierran en cicatrices de envidia. Envidia de que Snape puede tener a Sirius abiertamente y él no, que puede tratarlo como una pareja y él no, que él es el secreto de Sirius mientras Snape es la pareja oficial que todos reconocen y tratan.

One shots SnulciberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora