Bienvenidos a la escuela Salvatore

¡No e vivido nada aún!

-----¿Estás de coña no?

Niego. Después de ese estruendoso grito que e dado Paula a venido corriendo a mí habitación para asegurarse que siga con vida, y claro, a enterarse del chisme porque Dixón le había dicho lo de Enzo.

-----¡Te dije que estabas ciega!

Le e contado todo lo que pasó con Enzo, sobre todo los mensajes subliminales que me han lanzado.

-----Si, tú y Dixón.... Aún no le cuento, pero ya me a escrito que tenemos una cita pendiente mañana porque quiere detalles.

Suspiro, pero no es un suspiro de drama o de tristeza, es un suspiro de no me lo creo.

-----En verdad estaba ciega.

Me digo a mi misma.

-----Amiga lo importante es que ya ves.

Río, lo mismo pensé yo.

-----Pero... ¿De qué forma le gustare?

----Te a dicho que la gente ya debe irse acostumbrando de verlos juntos... ¿Tú qué crees?

Tiene razón, a dicho eso, o bueno creo que escuché eso, pero no lo sé, me hace pensar muchas cosas, buenas y malas, y no me apetece pensar en un futuro que es incierto .

-----Creo que mejor no pienso más en eso y me acuesto a dormir porque mañana será un día muy estresante.

Paula se pone de pies, estaba sentada en el borde de mi cama.

-----Ni que lo digas, mañana serás el ojo de la noche, la segunda mujer que acompañará a Enzo a una gala que no es una modelo o figura pública.

Paula sale de mi habitación, es cierto, soy la segunda don nadie que estará con Enzo en una gala pública, la primera fue Lizzie, recuerdo que cuando ella llegó a la vida de Enzo mi corazón se hizo trizas, me negué a estar cerca de cualquier cosa que implicará ver a Enzo o estar cerca de ellos por seis meses, tenía dieciséis años y un corazón lleno de amor, recuerdo que Dixón rogaba mi presencia pero me negaba a asistir, sus padres también preguntaron por mi, incluso el mismo Enzo, pero ni siquiera que él preguntara por mí me alegraba o sanaba mi corazón roto, la relación duro un año con dos meses, si, los conté, ya los últimos meses mi corazón había aceptado verlos juntos.

Enzo se veía cómodo a su lado, era la única persona que podía estar cerca de su persona, siempre e notado que Enzo no tolera el contacto físico y con ella no le molestaba, aunque nunca vi una demostración de afecto más allá de estar tomados de la mano o su mano en la cintura de ella, tampoco risas esporádicas, todo era tan íntimo entre ellos.

Dixón no se llevaba mucho con Lizzie por lo tanto yo tampoco, menos una ves que noto mi atracción por Enzo y se comporte de una manera muy proponente para conmigo, cosa que hizo que Dixón la odiara.

Lizzie era muy bonita, incluso Max la toleraba, cosa que me ponía aún más celosa de ella. Después de que ella y Enzo terminaran no e vuelto a saber nada de ella más que está viviendo en Italia, confieso que las ganas de saber de su vida después de estos casi tres años me han hecho visitar sus redes sociales, pero las tiene privadas así que no e conseguido nada.

Decido dejar de pensar en un fantasma y acostarme a dormir, mañana es un día importante para todos.

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Mi día comienza desde temprano, Dixón me a invitado a desayunar, le e dicho que si quiere información no puede ser dada en el comedor familiar, hoy es fin de semana así que los Salvatore están en la casa grande, quedamos en vernos en una de las cafeterías fuera del campus, también va a ir acompañarme a la peluquería y a hacerme la manicura que según él también necesita.