Bienvenidos a la escuela Salvatore

¡No beso ni un sapo más!

Las camionetas se detienen frente al gran salón de fiestas del campus, la cantidad de personas que danzan de un lugar a otro es inconmensurable, no quiero imaginarme cómo se encuentra el interior, una alfombra negra se expande por las escaleras, las personas invitadas posan y se toman fotos, solo los mas famosos serán noticia mañana, ay tantos paparazzis como se pueda, los primeros en llegar fueron los celebrados, los últimos siempre son los Salvatore, siempre son los últimos en entrar y en ser fotografiados.

----¿Lista?

La pregunta me hace despertar de nuevo, me quito el saco para que solo el vestido luzca.

-----Si.

Enzo asiente, desde mi lugar puedo ver cómo van llegando los primeros Salvatore, entra la generación de padres, y luego, la de los hijos, la pequeña Gabriela luce un hermoso vestido blanco que la hace ver como un ángel, los mellizos Marcelo y Marcela entran a juego con los colores al igual que sus parejas, todos en tonos grises y negros, más tarde entra Carlos, el director de la escuela, no trae pareja como en anteriores años, no se queda mucho tiempo para posar y no acepta entrevistas, por último el galante de mi mejor amigo luciendo un traje de color blanco aperlado, destacando entre sus familiares con un color fuera de sus tonos habituales, junto a mi mejor amiga y compañera de vivienda Paula que lleva un vestido azul marino, se ven hermosos.

------Ya es hora.

El primero en salir es Enzo, quien da la vuelta para poder así ayudarme a salir, mis pies tocan el asfalto y su mano se encadena a mi cintura, ambos llegamos al inicio de la escalera llamando toda la atención mis amigos están siendo entrevistados en las últimas escaleras, ambos me regalan una sonrisa, en cada paso que damos debemos pararnos y posar, mientras que yo sonrió Enzo se muestra estático, mostrando una dureza en su rostro poco digna de su juventud.

-----Con ese rostro van a decir que yo te amargo la existencia.

Comentó solo para los dos provocando una sonrisa de su parte que los paparazzi no dudan en fotografíar, mientras yo me quedo allí, contemplando de cerca lo bello que es este hombre, mis ojos quiere detallar cada mínimo detalle de él, sus ojos se encuentran con los mios una ves más una sonrisa se expande por sus labios.

-----¿Eres devota a los Salvatore?

Niego.

-----Soy devota a ti.

Eso sin duda hace que incluso sus dientes queden a la vista, si una media sonrisa es arrolladora una sonrisa entera te roba la vida misma.

Seguimos subiendo hasta llegar a la reportera, pienso que Enzo no querrá dar declaraciones pero para mí sorpresa si lo hace.

-----¡Es maravilloso verlo esta noche con nosotros señor Salvatore!

Este solo se limita a asentir.

-----¿Está usted consiente de la revolución que acaba de provocar con las sonrisas que a dejado ver al público está noche?

-----Deberían darle las gracias a mi acompañante de esta noche.

La señorita reportera se enfoca en mi.

------El mundo le estará agradecida eternamente, y debo comentar lo inesperado que fue esta noche que viniera acompañada de un Salvatore distinto al de siempre ¿Podemos saber a qué se debe el cambio?

¿Y yo como debo responder a esa pregunta de mierda?

-----Fác, es mi novia.

La reportera y yo compartimos la misma cara de asombro, ¿Y eso desde cuando que no me enteré?

-----¡Valla! ¡Pero qué sorpresa! ¡Felicidades por tan buena noticia! Ya anteriormente hemos conocido a la señorita An y nos complace y entristece al mismo tiempo está noticia.