Cap. 2: Pervertido.

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Un Naruto cansado por todo el día problemático que tuvo, como diría Shikamaru, entró a su solitario departamento, se dirigió a la cocina, calentó ramen en el viejo microondas y se fue a dormir, feliz en su interior por ser al fin un ninja.

Repitiendo la constante rutina, Naruto se despierta en una nueva mañana, pero algo en esta mañana era diferente a las pasadas: ahora Naruto oficialmente es un ninja.

Naruto, levantándose con dirección al baño, recordaba lo que había ocurrido el día de ayer con una sonrisa, hasta que recordó que efectivamente los aldeanos tenían razón al llamarlo demonio. Pensó esto mientras se miraba al espejo, pero al recordar lo que aprendieron sus clones el día de ayer, supo que solo eran mentiras y que el zorro estaba sellado dentro de él, por cierto, por un sello que aprendió. Recordó esto mientras le sonreía al espejo, acomodándose su banda shinobi.

Terminando de ducharse y vestirse, se preparó para hacerse su desayuno, que consistía en ramen instantáneo y un vaso de leche un poco expirada. Terminando de desayunar, se dirigió a la puerta, pensando en qué haría el día de hoy, cerrándola aunque sin llave ya que no había nada de valor aparte de su ramen en el departamento. Naruto recordó lo que le había dicho su abuelo y se dirigió hacia las aguas termales sin una clara idea de lo que quería Hiruzen. Luego de pasar por afuera por un tiempo, un tanto tímido por ser su primera vez, decidió pasar. Después de estar un rato ahí y seguir sin saber qué estaba haciendo, decidió salir, pensando que el viejo Sarutobi le había hecho una broma o algo por el estilo. Al salir de las aguas termales, logra ver algo así como un puercoespín largo y blanco. Perplejo, se acerca a ver qué era realmente. Al ver cómo esta entidad blanca flotaba en el agua, logra ver que era una persona, específicamente un hombre ya algo viejo. Naruto al ver esto grita "¡Viejo pervertido!". Consecutivamente, por el grito de alerta de Naruto, todas las mujeres gritaron y se taparon. El viejo pervertido, como dijo Naruto, volteó a ver a Naruto molesto por arruinar su investigación y le dice: "Maldito mocoso, arruinaste mi preciada investigación".

—¿De que hablas? ¿Cuál investigación, viejo pervertido? —señaló Naruto con una evidente furia—. Solo espiabas a las mujeres, no eres más que un viejo cochino y pervertido.

—No me digas viejo pervertido —dijo Jiraiya, invocando una rana y parándose sobre ella con una extraña pose—. Soy el gran Jiraiya, un legendario sannin y un sabio pervertido, así que más respeto mocoso, no sabes con quien hablas, sonrió Jiraiya.

Esto hizo que le cayera una gota de sudor a Naruto, al estilo anime. Sin querer ver más de esta ridícula situación, pensando que no vale la pena, dio media vuelta y se dirigió en busca de algo en lo que poder pasar su tiempo mientras espera ser llamado a la academia para su asignación de equipo.

—¡Espera! —dijo Jiraiya—. ¿No te dijo Hiruzen que vinieras conmigo?

Naruto, conectando los cables, dijo:

—¡Oh! Verdad, ya recuerdo, así que el viejo quería que te viera, ¿por qué quería eso el abuelo, sabio pervertido?, talvez quería que te diera una paliza por espiar a las mujeres desnudas.

—Pues no es obvio —dijo Jiraiya—. Como ya dije, soy el gran Jiraiya del sannin...

—Más bien el gran pervertido —dijo Naruto, interrumpiendo a Jiraiya, haciendo que este se irrité un poco.

—Hiruzen me llamó porque me dijo que aprendiste bastantes cosas curiosas de ese pergamino que robaste.

—Oh, sí —dijo Naruto—. ¿Qué tiene?

—Bueno, Naruto, la cosa es que esos jutsus, aparte de ser peligrosos, son muy difíciles de aprender, y como tienes talento, te entrenaré, a pesar de mi ajustada agenda para que seas el mejor ninja que el mundo ha visto.

Un comienzo diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora