Un comienzo diferente

cap 25: El Héroe de Konoha

Los caminos de Pain, junto a Itachi, buscaban desesperadamente al rubio jinchūriki del zorro. No bajarían la guardia, y si no aparecía, comenzarían a matar más ninjas de la aldea, algo que Naruto sabía. Cada vez quedaba menos gente en Konoha, así que no permitiría que fuera completamente destruida. Naruto se encontraba a varios kilómetros de la aldea, recuperando el aliento rápidamente. Tal vez podría haber detenido el ataque y salvado a la gente, pero no podría seguir peleando después. Como último recurso, usaría el Edo Tensei, una carta bajo la manga que no pensaba utilizar debido a los problemas a largo plazo que le traería esta técnica, ya lo había hecho una vez con gaara pero no esperaba hacerlo nunca más si era posible.

Naruto volvió al campo de batalla. A los ojos de sus rivales, estaba acabado, ya no tenía la transformación. "Este es tu fin, Naruto Uzumaki, eso te pasa por matar a mi hermano", gritó Itachi, quien parecía haber recuperado un poco el aliento. "¿Matar a su hermano?", pensó Naruto. No recordaba haber asesinado a su hermano ni nada parecido. Dejó ese pensamiento para más tarde y realizó unos sellos con las manos, lo que alertó a todos. Eran desconocidos para la mayoría, pero no para un atento Obito, que los observaba fascinado.

Naruto puso las manos en la tierra y un ataúd se levantó, del cual salió el reconocido Primer Hokage, Hashirama Senju. "Sé que es una deshonra y una falta de respeto para su persona, pero necesito ayuda con la aldea", dijo Naruto. Hashirama parecía entender lo que sucedía, asintió al chico y preguntó: "¿Conoces el jutsu de Tobirama? ¿Eres el Hokage?". "No, señor Primero, pero soy uno de los ninjas de Konoha", respondió Naruto. Hashirama asintió sin más preguntas y, sorprendido, comentó: "Esos ojos, son extremadamente poderosos. Luché contra uno de sus usuarios en mi época. Yo me encargo de él y tú del Uchiha". Naruto asintió y la pelea comenzó.

Esta vez, Naruto parecía tener la ventaja, o eso parecía al principio. Después de una larga batalla, con poderes increíbles por parte del Primer Hokage que Naruto nunca pensó presenciar, vio cómo Hashirama acababa con los caminos y se dirigía rápidamente hacia otro lugar. "Algo extraño", pensó Naruto, pero supuso que Hashirama tendría algo que hacer. Tras un rato más de pelea, Naruto cayó al suelo con un fuerte golpe. "¿Se le acabó el chakra? ¡Imposible!", pensó Itachi.

Naruto se retorcía en el suelo violentamente. Itachi no desaprovecharía la oportunidad, así que corrió hacia él, preparado para clavarle un kunai en el pecho. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, fue lanzado lejos por lo que parecía ser Naruto, quien se levantó con dificultad, sosteniéndose el rostro con fuerza. "¿Era el zorro el que tomó el control?", se preguntaba Itachi. "¿Qué fue ese jutsu que me lanzó lejos?", no entendía. Obito, que seguía observando, sonrió más ampliamente. No haría esperar más a su jefe.

Naruto alzó la vista, dejando ver sus nuevos ojos, morados con círculos, al igual que los caminos de Pain. Naruto ahora poseía el Rinnegan. Kurama sonrió por dentro, sabiendo que no se había equivocado sobre el chico: era fuerte e inteligente como Indra y bondadoso y pacífico como Ashura. La gran mezcla de poder necesaria para portar los ojos de su padre.

Naruto atrajo a Itachi, quien seguía en el suelo, y lo tomó fuertemente del cuello. A pesar de ser piadoso, reconocía a Itachi como un criminal y lo haría pagar por lo que hizo. Creó una vara negra con la cual iba a atacarlo, pero en el último instante se detuvo y preguntó: "¿Por qué piensas que maté a tu hermano?"

Itachi, sorprendido, respondió: "Tobi me lo dijo. Te vio matar a Sasuke".
"Lo único que hice fue matar a Orochimaru, quien, por cierto, había tomado el cuerpo de Sasuke", aclaró Naruto. Itachi, aunque sorprendido, estaba convencido de que Naruto mentía. Sabía que había matado a Sasuke.

"¡Uy, uy! Parece que me descubrieron", se escuchó una voz animada, algo molesta y forzada.
"En realidad, Naruto-kun no mató a Sasuke, Itachi. Fue Orochimaru. ¡Lo siento, lo siento! ¡Creo que me confundí!", bromeó Tobi, quien había cambiado su tono a uno más serio y comenzaba a hacer unos sellos con las manos a altas velocidades.