Naruto, dejando el campo de entrenamiento conocido como el Bosque de la Muerte, decidió descansar por hoy. No llegó muy lejos hasta ser detenido por la sexy kunoichi, Anko Mitarashi, a quien Naruto recordaba como la habladora examinadora que alardeaba de su supervivencia en el "inofensivo" bosque.
—Kakashi me lo dijo —dijo Anko, empujando a Naruto con un dedo.
—¿Qué te dijo? —respondió Naruto.
—Peleaste con Orochimaru y te dio la marca, ¿no es cierto? —interrogó Anko.
—Puede ser, ¿por qué lo dices? —preguntó Naruto, algo intrigado.
—Pues porque me hizo lo mismo —dijo Anko, mostrándole el lugar de su marca—. ¿En qué parte la tienes tú? —dijo, pareciendo algo emocionada, tal vez por tener a alguien igual a ella.
—No tengo ninguna marca —dijo Naruto, dejando a Anko algo extrañada.
—¿Pero Kakashi...? —dijo Anko, antes de ser interrumpida por Naruto.
—¿No te dijo que la selle? —respondió Naruto.
—La verdad me fui en cuanto me dijo tu nombre, pero, ¿cómo que la sellaste? Jiraiya, del sannin, no pudo conmigo.
—Bueno, puede ser que tal vez supere a Jiraiya —dijo Naruto, con una sonrisa de suficiencia.
—¿Me la podrías sacar? —preguntó ansiosa Anko.
—No lo sé, tendría que verla bien —dijo un pensante Naruto—. ¿Tienes algún lugar para poder sacártela tranquilamente?
Anko respondió sin dudar:
—En mi apartamento, casi nunca lo uso, así que no hay problema.
Entrando al departamento, Naruto vio que en realidad estaba bastante vacío.
—¿Vives sola? —preguntó.
—Sí, desde que llegué a Konoha que vivo sola —dijo Anko.
—Ya veo. ¿Por qué viniste acá? —preguntó Naruto, intentando saber más sobre la examinadora.
—Me vi obligada. Los anbus de Konoha me encontraron y encerraron, me tuvieron un año encerrada hasta que me liberaron —respondió Anko.
—¿Por qué te quedaste? —preguntó Naruto.
—No tenía a dónde más ir. Aparte, no creo que otra aldea me aceptara como ninja —dijo Anko, alzando los hombros.
—¿Y por qué un ninja? —preguntó Naruto.
—No quería ser dañada por nadie más —dijo Anko, algo nostálgica—. Quería poder ser fuerte y valerme por mí misma.
—Ya veo. Bueno, ¿por qué no te quitas la chaqueta y te pones cómoda? —dijo Naruto, sacando sus cosas de sellado.
—Ni siquiera una cita —dijo Anko, algo sonrojada, mientras se sentaba en un sofá y se sacaba su chaqueta, quedando solo en una malla de tirantes.
—Bien —dijo Naruto—, déjame verla.
Acercando sus ojos al cuello de Anko, Naruto miró la marca alrededor de cinco minutos.
Anko, algo nerviosa al sentir la respiración del rubio, al igual que su olor, dijo:
—¿No te han dicho que eres muy atractivo? —con un tono juguetón.
—Mhm —dijo Naruto—, ¿la kunoichi más sexy de Konoha me cree atractivo? —devolvió Naruto la pregunta, algo sonrojado.
—Oh, ¿aparte de atractivo, coqueteas? —preguntó Anko—. Si fuera un poco menor, ya te habría hecho mío.
—Desde que somos genins somos todos adultos, ¿no? No sé cuál es el problema —dijo Naruto jugando, haciendo que Anko se sonrojara.
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Un comienzo diferente
FanfictionQue hubiera pasado aprendiera más técnicas aparte del jutsu clones de sombra del pergamino que robo por Mizuki sensei. (teoria)