4

130 19 7
                                    

—Creo que lo mejor será irnos y relajarnos, todo esto ha sido una locura —escuché decir a Beck, lo que me hizo suspirar. ¿Solo para eso interrumpió?

—Me voy solo porque quiero —contestó Jade, y se fue del lugar. Yo la seguí, no sin antes despedirme de todos.

Pude notar que los chicos venían siguiéndome y, aunque no me molestaba su presencia, en estos momentos quería ir con Jade y hablar a solas con ella.

—Los veo luego chicos —dije con desgano, al no ver a Jade por ningún lado. Al parecer, ya se había ido.

—Oye Tori, ¿quieres venir con nosotros? Tal vez podamos hacer algo en mi camper para olvidar el mal rato que acabamos de pasar —comentó Beck con una sonrisa. Era muy lindo de su parte, pero yo tenía otros planes en mente.

—Gracias por la invitación, Beck, pero me tengo que ir. Será para la próxima. Adiós —dije mientras entraba por fin a mi auto. Me despedí de ellos, notando que Robbie me sonreía y hacía un gesto de despedida con su mano, mientras Beck solo hacía una pequeña mueca, intentando sonreír.

Me sentí un poco mal al rechazarlo, pero en serio hoy no quería ir con ellos. Tenía en mente ir a casa de Jade; no sé por qué, pero tenía esa necesidad de estar con ella.

Llegué a su casa después de unos veinte minutos de camino. Su auto ya estaba ahí, tal vez había llegado hace poco.

Toqué su puerta y unos minutos después me abrió. Jade estaba en la puerta, con una expresión de sorpresa y algo de desconfianza en sus ojos.

—Espero no se te haga costumbre venir a mi casa por las noches, Vega —dijo Jade soltando un suspiro cansado y apretando sus sienes.

—¿Puedo pasar? —pregunté, y ella se hizo a un lado dándome acceso.

—¿Qué es lo que quieres ahora? —me miró irritada y yo le sonreí mientras me sentaba en su sofá.

—Después del mal rato que pasamos, quería venir y no lo sé, tal vez ver una película o hablar —dije aún sonriendo, robando la idea de Beck.

—Eres tan molesta, no sé ni por qué te dejé entrar —murmuró en tono cansado, sentándose a mi lado. Bueno, al menos no me ha echado.

—Me amas, lo sé —respondí y ella hizo un gesto de repudio. Yo la miré indignada.

—Como sea —contestó con desgano, girando los ojos con fastidio.

—¿Estás bien con lo que pasó? —pregunté preocupada.

—Sí, Vega, estoy bien. No nos cayó un edificio encima, que es lo que importa —soltó con simpleza mientras se recostaba en el respaldo del sofá.

—¿Y respecto a Beck? —le pregunté y ella me miró para luego suspirar.

—Sí, estoy bien, solo me molesta su actitud. Él siempre quiso controlarme pero no pudo hacerlo, y creo que eso es lo que más le fastidia —yo solo escuchaba atentamente todo lo que me decía, quería saber qué pasaba por su cabeza—. Por eso lo he ignorado, porque sé que desde que terminamos se ha dedicado a salir con cuanta chica quiere y me habla como si nada pasara —dijo. Se veía cansada y triste sobre toda esta situación.

—No es que no quiera hablar con él, pero necesito tiempo y él parece no entenderlo —agregó, y de cierto modo la entendía. Había visto cómo Beck, en diversas ocasiones, hablaba con ella como si nada, cuando debería darle un poco de espacio para que ponga todo en orden. Fueron dos años de relación que no se olvidan fácilmente.

—Te entiendo, Jade, y sé que va a ser difícil, pero cuando logres superar todo esto deberías darte la oportunidad de estar con alguien más, de conocer más de lo que conociste con Beck —ella me miraba fijamente, analizando mis palabras.

La Peor Pareja (Jori)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora