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El último día de ensayo antes de la gran presentación de la obra, había llegado lo cual me mantenía mas que emocionada.

Me levanté con un mensaje de Jade. Quería que pasara por ella para ir a la escuela.

Me preparé como de costumbre, pero esta vez, gracias a Trina, se me estaba haciendo tarde. De nuevo su auto se había averiado, así que no había opción: tenía que llevarla también.

—Trina, ya es tarde. Te dejaré si no te apresuras —dije molesta al ver que seguía viendo televisión.

—Eres tan irritante, Tori —me miró con desdén y yo solté un sonoro suspiro.

—No tengo la obligación de llevarte. No es mi culpa que siempre descompongas tu auto. Si no te apuras, me iré —le dije, y ella se levantó del sofá a regañadientes.

—Tienes que hacerlo, Tori, porque soy tu hermana y porque la última vez me abandonaste por ser chófer de la bruja —replicó, y yo rodé los ojos con fastidio.

—Teníamos que ensayar y... —Ella levantó la mano, haciendo un gesto para que me callara.

—No me importa. Solo vámonos, o tu novia la bruja se va a enojar si sigues tardando —Sabía que tenía que pasar por Jade y, supongo, que retrasarse tanto solo era para molestarnos.

—No es mi novia —dije, saliendo de casa y cerrando la puerta con fuerza antes de caminar hacia el auto.

—Pero quisieras —añadió sin más. Trina estaba a punto de abrir la puerta del copiloto, pero la detuve y le abrí la puerta trasera.

—¿Me echarás atrás solo para que la bruja vaya a tu lado? —preguntó, pero yo no dije nada, solo le sonreí. Bufó y entró al auto con el ceño fruncido.

Me dirigí al asiento del conductor y comencé el camino hacia la casa de Jade. Ya era tarde y sabía que se molestaría.

Al llegar, la vi parada en la acera, luciendo una camisa de cuadros roja con negro, abierta para mostrar una blusa de tirantes negra debajo, una falda del mismo color, medias de red y sus típicas botas. Se veía hermosa.

Me detuve frente a ella. Tenía el semblante serio. Sin esperar a que bajara, rodeó el auto y se sentó en el asiento del copiloto.

—Te tardaste, Vega —dijo mirándome con seriedad, y yo le di una sonrisa avergonzada.

—Lo siento, yo... —No terminé de hablar porque Trina me interrumpió de nuevo. Le lancé una mirada molesta que ella ignoró.

—¿Por qué tan contenta, bruja? Tu felicidad me deslumbra —dijo Trina con tono sarcástico, lo que enfureció aún más a Jade.

—Genial, viene la loca. Este día no podría ser peor —Jade suspiró y se sentó correctamente en el asiento, dejando de mirar a Trina.

—Quería pasar tiempo con mi hermanita. Últimamente ha estado mucho contigo, ya la extrañaba —comentó Trina. Ni Jade ni yo le hicimos caso. Me concentré en conducir. Cuanto menos hablara, mejor.

El camino era relativamente corto, pero con Trina cantando a todo volumen, se había hecho eterno.

Cuando llegamos a H.A., Trina bajó enseguida sin siquiera mirarnos, cosa que agradecí; ya me tenía harta.

—No sé cómo soportas a la loca de tu hermana —dijo Jade, y yo solté una risita.

—Ni yo —respondí, y ella me sonrió también.

—¿Está todo bien? Ayer te fuiste molesta y ya no supe de ti —un suspiro salió de sus labios antes de asentir.

—Sí, todo bien, Vega. Solo Beck que me tiene harta, pero no te preocupes, todo bien —yo asentí y ella sonrió.

La Peor Pareja (Jori)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora