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Axl se sentó en medio de una hilera de sillas, quedando frente a su oponente, Slash. Separados por unos cuantos metros, ambos jóvenes se miraron con tanta intensidad que aquello parecía más una batalla a muerte que un debate escolar.

Rose acomodó sus lentes en el puente de su nariz, luciendo ordenado y limpio con su uniforme formal, un pantalón gris, una camisa blanca y la corbata roja en un perfecto moño. Slash llevaba una coleta desordenada y masticaba la punta de su lápiz, atento a que el señor Miller iniciara la actividad.

La mayoría de los alumnos estaban sentados en el frío piso de aquel salón, quienes serían el público del debate.

Cada grupo contaba con cinco integrantes, siendo Slash y Axl los líderes.

Rose en contra, Hudson a favor.

一Bienvenidos al debate sobre la pena de muerte, terceros medios 一dijo el hombre, sentado desde su escritorio一. Saul, puedes iniciar.

一Gracias, señor Miller 一le sonrió y luego se giró hacia a Axl, volviendo a colocar las comisuras de sus labios rectas一. Como se sabe, la pena de muerte es una acción que implica la ejecución de una persona condenada por un delito grave. Ahora bien, como grupo creemos que la pena de muerte es necesaria para casos extremos, donde la sociedad necesita protegerse de criminales irreparables. Es una cuestión de justicia y seguridad.

Una chica del equipo de Slash siguió explicando los argumentos que ofrecían, siendo apoyado por otros miembros del grupo.

Esta parte era en donde cada uno exponía sus argumentos y no podían ser interrumpidos por el grupo rival, por lo que Axl tuvo que morderse la lengua para no atacar la tesis que estaban diciendo.

La verdad es que solo le daban ganas de interrumpir a Slash, y esto fue mutuo en cuando el grupo de Axl comenzó a exponer.

Las miradas que se lanzaban eran intensas y cada vez se iban enojando más.

Slash se sintió totalmente irritable, con la molestia burbujeando en su sistema.

Los minutos pasaron y por fin llegó el momento de la contraargumentación; el momento de discutir.

Axl levantó una ceja, mirándolo desafiante.

一La pena de muerte no garantiza la seguridad de la sociedad. Además, existen casos de personas condenadas erróneamente. ¿Vas a justificar la pérdida de vidas inocentes, Hudson?

Slash apretó el lápiz con fuerza.

一Rose, siempre te aferras a lo mismo. A pesar de la posibilidad de errores judiciales, se sostiene que su aplicación cuidadosa puede disuadir eficazmente ciertos crímenes graves, contribuyendo así a la seguridad pública. El criminal se verá más negado a cometer delitos sabiendo que existe la posibilidad de ser ejecutado. La justicia también implica proteger a la sociedad de individuos peligrosos. ¿Quieres arriesgar la vida de inocentes por mantener a criminales en la calle?

El público observaba con atención, algunos murmullos resonaban en el salón. Otros alumnos, inicialmente participativos, se quedaron en silencio, percibiendo la intensidad del enfrentamiento.

Axl esbozó una sonrisa sutil, egocéntrico.

一Saul, la pena de muerte no disuade el crimen, hay estudios que lo respaldan. La rehabilitación es clave para la verdadera justicia.

La tensión aumentaba, y Slash contraatacó.

一Tus ideas son demasiado idealistas, Axl. A veces, la sociedad necesita medidas drásticas para protegerse. No todos los criminales son redimibles.

El señor Miller intentó mantener la calma, pero la rivalidad era palpable. Los alumnos observaban con interés la disputa, pareciendo una telenovela dramática digna de cine. Axl y Slash, centrados en su duelo verbal, se olvidaron del resto.

heterocurioso (al peo) | slaxlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora