Capítulo 1

113 11 30
                                    

— Leo, te ves precioso — David se levantó de su silla y tomó de la cintura a su prometido atrayéndolo para darle un corto beso en los labios, el omega se sonrojó por la acción porque siempre le habían avergonzado las muestras de cariño en público sobre todo frente a su familia.

— Gracias David — respondió tímido y tomó un cóctel de fresas de la mesa y le dió un sorbo, en la misma mesa se encontraban su padre junto con Rafael; su padrastro — voy a buscar al profesor Riquelme del que les hablé que viene desde España, me dijo que estaba algo perdido, perdón — mintió, su profesor y amigo ya le había escrito y mencionó que no tardaba en llegar.

— No te preocupes cariño, ve con cuidado — respondió Rafael con una sonrisa

Prefirió dejarlos hablar entre ellos y comenzó a dar vueltas por el jardín alejándose un poco de todos los invitados sintiendo que el aire le faltaba, estaba angustiado por alguna razón, no deseaba estar en esa fiesta ¿Era muy tarde para romper su compromiso?.

Le tenía aprecio a David pero no lo amaba, había aceptado casarse con él más por presión de su padre que le aseguraba que el británico era un excelente partido y tenía razón, realmente lo era.

El alfa siempre fue tierno y había sido todo un caballero con él cuando los besos se volvían más apasionados y las caricias pasaban a otras partes de su cuerpo y Lionel, o más bien su omega, lo detenían antes de que se convirtieran en algo más.

David al creer que el omega no accedía a acostarse con él por sus principios o quizá porque tenía creencias arraigadas sobre el sexo fuera del matrimonio decidió proponerle que fuera su esposo, al fin y al cabo ya había decidido que era el omega que quería para él por lo que no pudo esperar más tiempo para comprometerse.

**********

Cuando Guillermo se enteró del evento en la casa de los Scaloni, no dudó en aceptar, todos estos años había guardado mucho rencor en su corazón y jamás se atrevió a regresar para averiguar qué había sido de Lionel, lo último que supo es que nunca había vuelto del extranjero.

A pesar de ser uno de los dueños y no tener porque asistir; su lobo estaba ansioso, una fuerza más fuerte que él lo obligaba a que fuera a esa casa, por lo que no pudo resistirse y excusándose de que quería supervisar la atención se infiltró como un mesero más.

Al llegar pudo darse cuenta que era una fiesta de compromiso. Cuando los contrataron no les habían comentado de qué tipo de evento se trataba y su corazón se encogió al ver después de todos esos años a Lionel besarse con ese hombre.

Inmediatamente supo que era ese omega que no había podido sacar de su mente, no había cambiando en nada en todos estos años y esa fiesta; maldita sea, esa fiesta era la de su compromiso.

No pudo más y huyo con la respiración entrecortada a un lugar apartado de la hacienda.

**********

El omega se alejó lo más que pudo del jardín y mientras llegaba a la parte trasera de la propiedad se encontró con una figura familiar.

Esos rizos eran inconfundibles y al verse a los ojos lo reconoció, a pesar de que las facciones del alfa se habían endurecido con el paso de los años reconocería esos hermosos ojos amielados en cualquier lugar.

— ¿Guille?

¡Tantas veces soñó con el día en que volvería a ver a Guillermo!

Había fantaseado en lo que haría y le diría cuando lo tuviera enfrente pero con el tiempo había perdido todas sus esperanzas y ahora al tenerlo a unos cuantos pasos, su mente se puso en blanco, lo único que quería era abrazarlo y nunca más soltarlo.

Siempre en mi mente [MECHOA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora