Taylor, es un padre soltero de 36 años, comienza un inesperado romance con el joven de 24 años Nicholas Galitzine, el vocalista principal de August Moon, la boy band más famosa del momento
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Que nuestros besos sean hoy y siempre, la perfecta sinfonía que nuestros corazones ansían escuchar
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Taylor suspiró mientras bebía de su café. La mañana estaba tranquila y como hoy no tenía que trabajar, podía relajarse todo lo que quería. Las gemelas aún estaban dormidas, así que tenía la casa prácticamente para él solo.
Habían pasado unos días desde que había visto a Nick y la verdad es que aún no entendía el comportamiento que había tenido con ese niño. Él no era de comportarse de esa manera con gente que no conocía y menos invadir su espacio personal así, pero Nicholas lo había sacado de quicio. Esa sonrisa de superioridad que mostraba, esa seguridad, quiso hacerle ver que había alguien más experimentado en el juego en el cual trataba de envolverlo, y cuando se vino a dar cuenta de lo que estaba haciendo, ya sentía aquella llama en su interior que desde hace mucho tiempo estaba apagada.
—Estas muy pensativo estos días, mi dulce niño —dijo Rosa. Taylor le devolvió una leve sonrisa.
La mujer conocía muy bien al hombre frente a ella y estos últimos días Taylor estaba más pensativo de lo usual...
—Quizás alguien o algo ocupa tus pensamientos...
Taylor soltó una risita mientras negaba.
—Nana, no estoy pensando en Nicholas —contestó —él nunca será alguien importante en mi vida.
La mayor rió antes de responder. Su Taylor era tan predecible.
—Yo nunca dije algo de Nicholas —dijo sonriendo, Taylor palideo ante eso—. Hay algo que no me estás contando de su encuentro.
El moreno quiso lanzarse a la alberca y ahogarse. Se había echado de cabeza ante Rosa; era un imbécil.
—¿Qué te podría estar ocultando, Nana? —trato de sonar seguro, fallando en el proceso. — La historia ya la conoces; ese chico se apareció en mi oficina para joderme la existencia, si eso no fuera poco después me siguió hasta la escuela cuando fui por Maddison ese día que se enfermó. Emma le dio un puñetazo pensando que era un ladrón y luego quiso estar con Maddi en la consulta, pero no lo deje y lo envíe de vuelta a su casa, ya sabes, dijo que le había parecido que Maddie era una niña encantadora y quería verla.
