Porque Somos Nosotros | 𝑴𝒂𝒙 × 𝑩𝒓𝒂𝒅𝒍𝒆𝒚 |

Prólogo

Cada vez que recuerdo el cómo sucedió todo ese día, me pregunto:

"¿Si hubiéramos actuado de forma diferente en ese momento, estaríamos juntos hoy en día?"

Días después de lo que pasó, me confesaste:

— Me arrepiento un poco de cómo sucedió todo. Siento que no fue lo adecuado; debí actuar de otra forma. — Tus palabras sonaban como un castigo autoimpuesto.

— Yo no. Siento que si no hubiera pasado como pasó, nunca nos hubiéramos dicho lo que sentíamos el uno por el otro. — Respondí sin pensar, con un tono sarcástico que no ocultaba la verdad de mis sentimientos.

Al escucharme decir esas palabras note tu silencio pensativo, como si trataras de entender cómo algo tan impulsivo pudo haber sido bueno. No lo culpo en ese momento tenía una lucha interna donde yo mismo me decía:

"Esto no es lo correcto. Debería de aclarar que esto es más que sexo, que en realidad todo lo que hemos vivido después de los juegos me ha llenado de ilusiones, de sentimientos que no debería de tener porque ahora somos amigos y no quiero que por esto se rompa este lazo. Pero ya no puedo y no quiero, porque me gustas".

— Pero hablando en serio, aunque no fue lo "correcto", yo no me arrepiento de nada de lo que pasó. Al contrario, me hizo inmensamente feliz entregarme a ti, estando ambos en sintonía con nuestros sentimientos. — Te miré con ternura mientras apartabas la cara, tratando de ocultar tu sonrojo. — Lo que quiero decir es que quítate ese peso de encima de pensar que actuaste de mala forma, porque no fue así.

— ¡Está bien, por favor deja de hablar! Me haces sentir como..

— ¿Un niño que no sabe expresar libremente sus emociones? Está bien galán, así me gustas. — Respondí con una sonrisa traviesa, viendo cómo tratabas de mantener la compostura.

— Solo te gusta molestarme, "galán", pero no lo vas a conseguir. — Tus gestos se hicieron más pronunciados, una señal clara de que estabas luchando por no sonrojarte más.

— Definitivamente, pero no es mi culpa que te vuelvas lindo al estar avergonzado. — Repliqué, sabiendo que estaba cruzando una línea delicada.

— ¡A quién le dices lindo! — Gritaste, mientras tu rostro se volvía de un rojo intenso.

"Estoy seguro que si no hubiera pasado nada ese día estaríamos juntos de todas formas, porque somos nosotros".