★OLDER★ [Jacaerys Velaryon o Daemon Targaryen] ✓

PÁGINA 03

★Prometido★

Visenya iba hacia la habitación del Rey, su padre.
Todo sirviente y guardia se apartaba del camino de la princesa. Pues, era conocida por tener un fuerte temperamento y hacer fuertes bromas a quien consideraba su enemigo.

Llegó a la habitación de su padre y entro sin descaro.

Viserys estaba siendo sanado por los maestres. El trono de hierro lo había rechazado, y los múltiples cortes en su cuerpo se hacían notar.

Viserys subió la mirada y diviso a su hija más pequeña. Es adorable, pensó el Rey.

- Que grato verte Visenya.

Viserys ordenó a los maestres dejarlos solos.

- Padre, mi hermana está sufriendo. -Habló directamente-

- ¿Sufriendo?

- No quiere casarse.

- Ah! Es eso. -Dijo aliviado-

- Me da miedo como lo tomas tan a la ligera. Es su perdición.

Viserys soltó unas risas.

- A veces se me olvida que no tienes más que seis años.

- ¿Estás ignorando mis palabras?

- Claro que no, nunca dudes que te escucho.

- Anula ese compromiso. Rhaen-

- Vis, ese matrimonio es para traer beneficios a nuestra casa. Con los Velaryon de nuestro lado, tenemos al mar de nuestro lado. Fuego y Mar, algo imparable.

- Pero no ama a Laenor.

- Laenor es un buen hombre, se llevarán bien.

- Entonces, los casarás...

- Así es. -Responde muy seguro-

- Yo no quiero casarme. No quiero dejar a mi hermana, a ti y a Daemon.

Daemon, ese nombre que siempre le trae problemas. Ya había perdido las cuenta de las veces que había exiliado a su propio hermano.

Pareciera que sus hijas estaban encantadas con su hermano menor.

- Mi niña. No te preocupes por tu familia. Cuando seas mayor tendrás de esposo a un hombre fuerte y valiente que te proteja.

- ¿Me protegerá de todo?

- Si! Y lo importante que con el tendrás muchos hijos de cabello blanco. Tus hijos serán verdaderos Targaryen

Quizás Visenya no entendió esa frase, "verdaderos Targaryen ", Pero tendría mucho más sentido en un futuro. Ambos padres era Targaryen de tomo a lomo.

- ¿Hijos? Yo no quiero hijos. Son molestos, desordenados y chillones.

- A quien me recuerdan... -Dijo muy sonriente-

- ¿Me llamas molesta? -Preguntó ofendida-

Risas salieron de su boca.

- No. Ya verás cuando tengas a tu primer hijo desearas más.

Visenya puso una cara de asco.

- Hija, ve a ver a tu hermana. Que sepa que Laenor es un buen hombre.

Visenya se acercó a su padre y dejó un beso en su mejilla para irse.

Al salir se hallaba el príncipe Canalla apoyado en una columna. Tenía esa mirada de devoción y enfado.

- ¿Has venido a impedir el matrimonio de tu hermana?