— Cuéntanos de tí Suguru, ¿a qué te dedicas? ¿Cómo conociste a Cassie? ¿Tienes buenas intenciones con mi hija?— Fergus bombardeó con preguntas al pelinegro durante la cena, recibiendo la dura mirada de su hija.
Al ver las intenciones de su suegro el azabache se relajó, le recordó mucho a su padrastro era igual de exigente y celoso con sus hijos, no pudo evitar sonreír ante la mirada seria y avergonzada de Cassie, por debajo de la mesa él tomó su mano.
Fergus y Amanda se extrañaron un poco, la verdadera intención del padre de la familia Leigh era intimidar a Suguru y la respuesta de éste era sonreír y tomar la mano de su hija frente a ellos. Parecía como si lo estuviera desafiando.
— Señor Leigh entiendo perfectamente su intención, de hecho me recuerda mucho a mi padrastro y le agradezco por eso — Suguru hablaba con calma sin soltar la mano de Cass — mis padres fallecieron en un accidente cuando tenía 12 años, desde entonces mi hermano mayor Choso cuidó de mí, entiendo que Cassie es su princesa y quiere saber cómo un hombre cuida de ella, no me siento ofendido en absoluto.
Cassandra había apretado la mano de Suguru, era la primera vez que él hablaba de la muerte de sus padres aunque sabía de ello por Choso se sentía diferente de la boca de su novio.
— Soy arquitecto señor, tengo mi propia firma de construcción. Me especializo en construcción sostenible y duradera. Conocí a Cass por una gran coincidencia, ella trabaja en el mismo hospital que mi mejor amiga. Ella organizó una cena para sus amigos y allí la conocí, aunque debo decirle que al comienzo no nos llevamos muy bien. El tiempo curó todo y me enamoré perdidamente de su hija. ¿Qué si tengo buenas intenciones? ¡Claro que las tengo! Cassie es lo mejor que me ha sucedido en la vida es una mujer llena de vitalidad, alegría, bondad, ternura y he llegado a amar eso tanto como usted no se imagina al punto que puedo decir que no podría vivir sin ella, o si le algo le sucediera me moriría. Ella es mi mundo y espero en algún momento ser el de ella — Suguru le devolvió una sonrisa a su chica.
Cassie estaba estupefacta, nadie jamás en su vida le había dicho esas cosas tan hermosas ¿Qué si Suguru era su mundo? ¡Absolutamente! Él le había enseñado el verdadero sentido del amor, era la razón por la que sonreía a diario y la razón por la cual quería ser mejor cada día. Había quedado sin palabras solo sonriéndole a su Suguru, al dueño de su corazón.
— Parece que sobramos aquí cariño — dijo Amanda al ver la tierna mirada que se daban su hija y su novio.
— No señora Leigh, lo siento mucho si incomodamos — el azabache había salido de su ensimismamiento bruscamente, no quería ser grosero con los padres de su mujer.
— Debo creerte de momento Suguru, solo te pido algo y me gustaría que lo tomaras como una advertencia: Cassie es mi niña, mi princesa como tú dijiste y sí sé que por alguna razón la lastimas no habrá rincón en el mundo dónde puedas esconderte porque te haré sufrir de una manera que no imaginas.
— Papá ya es suficiente, creo que no estás haciendo sentir bien a Suguru — viendo que el azabache se había tensado.
— No es mi intención en ningún momento, sólo soy un padre que protege a su hija.
— Y lo comprendo perfectamente señor.
***
— Tu padre da miedo — Suguru estaba abrazando a Cass por la espalda dándole besos en su cuello.
— Siento mucho la actitud de papá en la cena, él siempre ha sido así conmigo — respondió Cassie suspirando por los besos de Suguru en su piel.
— Créeme que entiendo perfectamente, mi padrastro era así con Choso y las chicas con las que salía. Es su manera de proteger a su bebé — Suguru lamía la parte de atrás de la oreja de Cassie — es una lastima que no puedas dormir conmigo.
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Malditamente tuyo
FanfictionÉl...un arquitecto japonés de 32 años, guapo, exitoso. Ella...una doctora escocesa de 30 años hermosa y autosuficiente. Que pasa cuando las dos personalidades arrolladoras de ellos dos se unen por cuestión del destino? Fanficton con los personajes J...