Capítulo 11

29 3 0
                                    

La recuperación de Cassandra y Suguru después de su encuentro violento con Adam Black fue muy exitosa. Se estaban preparando para su vuelo a Edimburgo la pelirroja estaba feliz por ver a su familia aunque tuviera que enfrentarse a ellos contándoles la verdad con respecto al sufrimiento que tuvo con el neurólogo.

Suguru notaba esa ansiedad que ella tenía, trataba de calmarla, funcionaba unos momentos y luego nuevamente retornaba ese miedo.

— Cariño ¿por qué temes tanto lo que diga tu familia? Adam es cosa del pasado, algo que ya superaste y sí pasaron cosas terribles como lo de tu bebé, pero ya no se puede hacer nada y creo que ellos deben entender eso — el pelinegro  la había tomado de sus manos para hablar con ella dándole un último vistazo a su departamento.

— Lo sé, sé que es parte de mi pasado. Pero sé que me van a juzgar por lo del aborto y no sé que más cosas me van a decir por haber estado en una relación tan tóxica, y ¿si les cuento después? — Cass tomó muy fuerte la mano de Suguru.

— No hacerlo es la salida más fácil para todo, enfrenta ese miedo. Estaré a tu lado para eso, te prometo algo: si alguien de tu familia se pone muy pesado con el asunto trataré de mediarlo para que sea algo más amigable contigo. Me enseñaste que eres una mujer fuerte y valiente, quiero ver a esa mujer de la cual estoy perdidamente enamorado.

— ¡Gracias! Quien iba a pensar que Suguru Geto fuera un hombre tan dulce — la pelirroja se puso de puntillas para darle un suave beso a su novio.

— Sólo tú me has vuelto así cariño, daría todo por tí — Suguru le dió un beso en la frente — ¡es hora!

Se dirigieron al aeropuerto de Narita donde los estaban esperando su grupo de amigos, Satoru iba con ellos así que él ofreció llevarlos en el avión presidencial ya que iban al mismo destino.

— Me vas a hacer mucha falta cabeza hueca — le decía Kento a la pelirroja abrazándola fuertemente y dirigiéndose a la pareja— Sé que tu viaje es familiar, pero diviértanse, Suguru cuídala mucho por favor.

— Ten por seguro eso Kento.

— Trae una escocesa para mí, ¡te voy a extrañar mucho! El hospital no será lo mismo sin tí — Shoko abrazaba a Cass como despedida.

Cuando se despidieron abordaron el avión ya que los esperaba un vuelo de 17 horas. Ya en el aire llevaban unas 5 horas volando, Cass no podía dormir a su lado Suguru parecía un bebé profundo. Satoru también estaba despierto y la invitó a sentarse a su lado.

— Aún no creo que Suguru se haya enamorado — dijo el ministro albino.

— ¿Tan poco creíble era en ese aspecto? — Cass sonreía por eso.

— El idiota y yo somos amigos desde niños, cuando empezamos a crecer ví como las chicas lo perseguían y pues se volvió un mujeriego, yo también lo fuí. Frecuentamos clubes y nos acostamos con muchas chicas, pero nunca dió indicios de sentar cabeza, hasta ahora — añadió mirándola fijamente — me encanta ese cambio en mi amigo, te ama con locura, aquí entre nos. No volvió a jugar y creo que sabes a lo que me refiero.

Cassandra estaba sorprendida sabía que Suguru tenía una líbido muy alta porque ahora cogían como conejos. Pero si habían dejado en claro que tenía exclusividad y más porque se amaban mutuamente, habían invitado a terceros en dos ocasiones divirtiéndose mucho, ahora lo hacían en la comodidad de su casa, no habían vuelto a Yokubō tal vez por eso Satoru decía que ya no jugaba.

— Si jugamos, pero ya no vamos al club. No pensé que tú también fueras — Cass le sonreía a su amigo, a veces olvidaba que el peliblanco era el primer ministro de Japón.

Malditamente tuyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora