El cielo estrellado de Londres a través de la ventana del hotel era testigo del encuentro fogoso entre Suguru y Cassandra. La pareja había aprovechado cada instante desde que habían llegado a la capital inglesa para amarse como era debido. Habían pasado unos días bastante calmados en Escocia y ahora se divertirian en Inglaterra.
Los besos húmedos, las palabras de amor, los gemidos y jadeos llenos de deseo, el movimiento sincronizado de sus centros los tenía enloquecidos. Cassie estaba estampada en la pared cercana a la puerta de la habitación mientras Geto movía su pelvis descontroladamente hacia ella.
— ¡Vas a hacer que nos echen del hotel! — susurró la pelirroja después de que Suguru soltara un gemido muy fuerte.
— Que escuchen como hago sentir a mi mujer — decía el pelinegro empezando a aumentar el ritmo ya que se avecinaba su climax — Vamos mi amor córrete en mi polla ¿Qué esperas?
Sintiendo como una espiral en su interior iba a explotar Cassandra se dejó llevar soltando un gran orgasmo alrededor de la hombría de Suguru. quien después de unos pocos movimientos se corrió dando un gemido gutural.
— ¡Nos hacía mucha falta cariño! — el azabache besaba a su mujer suavemente y sin separarse iba guiándolos hacia el baño — quiero mucho a tu familia, pero debíamos tener tiempo a solas.
Fue una ducha muy dulce llena de caricias y toqueteos suaves. Cuando terminaron se acostaron en la cama, Suguru veía fijamente a Cass invadiendola de besos.
— Hace mucho no venía a Londres, mis padres aún vivían — dijo Suguru de repente.
— Eras un niño, ¿te imaginas que nos hubiésemos cruzado cuando estuviste aquí hace tiempo? — Cassandra respondía los besos de su novio.
— Si te hubiera visto no habría olvidado tus ojos, ¡son únicos!
La pelirroja sonreía embelesada, ambos se encontraban en una nube, su amor estaba en la cumbre. Estuvieron compartiendo ese momento dulce hasta que se durmieron.
***
Suguru
Desperté cuando eran las cuatro de la mañana, mi preciosa Cass dormía como un ángel. Estos últimos días los nervios me están carcomiendo, me levanté suavemente y fui al cajón donde había guardado el anillo que compré para mi hermosa pelirroja: voy a pedirle matrimonio.
Nadie lo sabe aún, ni siquiera mi hermano pero fue una determinación que tomé hace tiempo. Cass es lo más importante en mi vida: la amo y la necesito.
***
Durante el día fueron a recorrer Londres, de hecho se dirigieron al tour de los estudios de Harry Potter ya que ambos eran muy fans de la saga.
Se divertían como niños en los estudios Cass hacia caras de sorpresa cuando veían todos los artilugios de la película. A Suguru se le fueron los ojos con la maqueta de Hogwarts para las tomas aéreas, estaba fascinado.
De ahí fueron a una tienda de vinilos, ambos eran melómanos, pero el azabache coleccionaba LPs así que estaba buscando algunos. Cassandra no había visto esa faceta bohemia de su novio y la cual le encantaba, el entusiasmo del pelinegro viendo discos era contagiosa y salieron del lugar con varias piezas Cass con una versión especial de Young Americans de David Bowie y Suguru por recomendación de su novia compró Ziggy Stardust and the Spiders from Mars de David Bowie, una versión retro de Abbey Road de The Beatles y por fin después de tanto tiempo buscándolo había encontrado el LP de Sheer Heart Attack de Queen.
Iban a almorzar cerca de Covent Garden a un restaurante que conocía muy bien la pelirroja, era un restaurante de influencia italiana. Era muy rico, Suguru ya se había acostumbrado a la comida occidental y moría por la pasta bolognesa. En todo el día Geto estaba bastante cariñoso con su novia, esos momentos eran una especie de luna de miel en su relación y no quería que acabara jamás.
***
Cassandra
Suguru ha estado bastante cariñoso estos días, jamás pensé que volviera a recobrar la confianza en un hombre de esta manera y más con él. Aún me río de vez en cuando que al comienzo nos llevábamos como perros y gatos.
Él me ha enseñado que a veces mostramos una máscara ante el mundo, pero después esa misma máscara debe irse para revelar nuestra verdadera personalidad.
Amo demasiado a Suguru, estoy entusiasmada de vivir con él quien sabe que pueda pasar ¿Quién sabe si quede embarazada por la manera en la que cogemos? ¿Cómo será Suguru de padre? O de esposo. Me sacudo esos pensamientos repentinos, solo vamos a vivir juntos, no te aceleres Cassandra, no eches a perder algo tan hermoso.
***
Después de comer Suguru dijo que fueran al London Eye ya que hacía tiempo que no iba y amaba la vista de la ciudad desde allí, fueron caminando tomados de la mano.
Cuando llegaron y pudieron entrar se dieron cuenta que no llenaron mucho el cubículo, Suguru tenía abrazada a Cassandra por la cintura viendo la espectacular vista que se iba avecinando, habían unos rayos naranja que señalaban el atardecer.
— No quiero que esto acabe nunca — susurró Geto.
— Es un momento hermoso.
— ¡Tú eres hermosa! Cass mi amor creo que te lo digo a diario pero te amo más que a nada en el mundo, solo tú has podido revelar quién soy realmente y me amas de esa manera. Quiero vivir a tu lado para verte sonreir, para consolarte en tus momentos tristes, para hacerte reir, para fastidiarte, para cumplir tus fantasías, para envejecer a tu lado, formar un hogar. Quiero que seas la madre de mis hijos. Quiero ser tuyo para siempre.
Suguru sacó una elegante cajita azul oscura de su pantalón y se arrodilló ante ella en el momento en el que la cabina del London Eye estaba en el tope y los rayos del atardecer hacían ver todo más hermoso, hacía ver a su Cassie como la más bella creación ante los demás.
— Mi Cassie ¿Quieres hacerme el hombre más feliz del mundo? ¿Quieres hacerme el honor de convertirte en mi esposa?
A Cassandra le empezaron a zumbar los oídos, sus manos comenzaron a temblar y sus ojos se humedecieron. Ver a Suguru, a su amor de rodillas frente a ella mostrando un anillo, prometiendo la eterna felicidad hizo que su corazón se derritiera completamente, estaba conmovida. Se dio cuenta que él estaba ansioso por una respuesta, la cual sabía hacía mucho tiempo.
— ¡Si! ¡Claro que sí!
El azabache se levantó poniendo la sortija en el dedo correspondiente y besándola con todo el amor que tenía para ella: Cassandra sería su esposa. Era el hombre más feliz del mundo, las personas que estaban en la cabina aplaudieron conmovidos ante la escena.
Cuando terminó el recorrido muchos los felicitaron en el momento que salían. Ambos estaban inmensamente felices, ya le contarían al otro día a Choso ya que se verían con él y con Frigga, parecía que el día perfecto iba a finalizar de la mejor manera hasta que una voz puso los pelos de punta a Suguru.
— ¿Suguru? ¿En serio eres tú? — era una mujer rubia con un cuerpo despampanante.
— ¿Yuki? Que gusto verte — saludó el azabache muy serio pero de forma amable — quiero presentarte a mi prometida: Cassandra Leigh.
Cassie estrechó la mano de Yuki, aunque la mujer ex amiga de Suguru apretó de más.
— Que gusto Cassandra — dijo seriamente la rubia.
— El gusto es mío Yuki.
— Ya nos íbamos, espero estés bien. Fue un gusto verte — Suguru habló calmado pero seriamente.
— Te veré pronto Suguru.
— Si claro.
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Malditamente tuyo
FanfictionÉl...un arquitecto japonés de 32 años, guapo, exitoso. Ella...una doctora escocesa de 30 años hermosa y autosuficiente. Que pasa cuando las dos personalidades arrolladoras de ellos dos se unen por cuestión del destino? Fanficton con los personajes J...