Es difícil comenzar de nuevo una vez perdido todo. El peso del vacío se siente como un ancla que arrastra el alma hacia las profundidades del desespero, pero en medio de la oscuridad, siempre hay una chispa de esperanza que aguarda ser avivada.
[Spi...
Los tres entraron al pequeño edificio donde las pequeñas recibían sus clases, estaba dividido en varias aulas en las que habían diferentes eventos en los que participaban tanto padres de familia como hijos.
En un espacio los niños intentaban pintar un cuadro de sus padres, en otro los maestros habían hecho una especie de película que recopilada los momentos más divertidos de los niños en el lugar, y otro que parecía una interpretación del cuento infantil: La Caperucita Roja.
Todas esas eran pequeñas actividades comparado a lo que harían más adelante, ya que utilizando la pequeña cancha en el patio del lugar harían una especie de retos para los infantes.
— Oh ¿Esa no es Kaede-chan? — Takebayashi observó a la pequeña, que estaba sentada enfrente de un tablero para pintar — ¡Kaede-chaaaan! —
— ¿Akane-san? — Kaede volteo, y sonrió al ver que se dirigían hacia ella — ¡Vinieron! —
— Bueno, perderse esto no tiene perdón — Raiha sonrió y acarició ligeramente la cabecita de la niña — Así que eres artista —
— ¡Si! — Sonrió orgullosa — Además, jugué mucho con las pinturas que me dieron de cumpleaños —
— Al parecer fue una buena inversión entonces — Fuutarou observó con una expresión de serenidad a su hija — Entonces ¿Nos tienes que pintar? —
— A ti no papá —
— ¿Qué? ¿Por qué? —
— Tengo que pintar un cuadro, no a ti —
Takebayashi soltó una risita ante la confusión.
— Entonces yo tomaré fotos — Takebayashi les dio su espacio — Así que, permitame señorita artista pero le tomaré unas cuantas fotos —
— A-Akane-san... — Kaede se avergonzo un poco por las muchas fotos que le empezó a tomar — ¡E-Esto no funciona así! —
— Oh, perdón no quería molestarte —
— N-No se trata de eso, solo que... Quiero que estés en la pintura —
— ¡Awwww! — Raiha no aguanto y abrazo a su sobrina — Eres tan considerada, quiero robarte y llevarte a mi casa —
— Eso no estaría bien tía — Kaede empezó a reír — Mi papá se molestaría mucho —
— Deja de molestarla Raiha — Fuutarou suspiro y luego sonrió ligeramente — Vamos Takebayashi, únete —
— Es Akane para ti, tonto — Tabekayashi se acerco a el — Y bien ¿Donde deberíamos ubicarnos para que pintes sin incomodidad, Kaede-chan? —
— ¡Tomen unas sillas que están ahí! — Kaede señaló unas sillas plásticas qué estaban organizadas en una esquina — Y pónganse enfrente —
Fuutarou fue por las sillas, y las coloco donde indico su hija, los tres se sentaron enfrente y la niña empezó a a pintarlos rápidamente.
— Esto me trae recuerdos — Takebayashi dijo mientras observaba de reojo a Kaede — Cuando jugaba con las niñas al juego de las sillas —
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