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Satoru golpeó por tercera vez la puerta de la casa de su novio

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Satoru golpeó por tercera vez la puerta de la casa de su novio. Sin embargo, nadie abría.

Cuando ya estaba dispuesto a rendirse y hablar con el menor mañana, éste abrió la puerta, tallando uno de sus ojos, despeinado y en pijama. El corazón de Gojo latió con fuerza.

― ¿Gojo? ― abrió los ojos sorprendido.

Satoru no perdió más tiempo y lo envolvió en un fuerte abrazo, enterrando su rostro en el cuello del ojiverde. Megumi, un poco sorprendido, correspondió el abrazo.

― Lo siento ― susurró Satoru contra su oreja, haciendo que su corazón bombeara con fuerza.

― Y-yo tendría que disculparme, Gojo ― apretó el agarre y sintiendo sus ojos picar.

Satoru lo tomó por las mejillas y hizo que le mirará a los ojos.

― NO, Megumi ― acarició su mejilla derecha ― fui un idiota y te traté mal, todo por unos estúpidos celos.

― No digas palabrotas ― hizo un adorable puchero.

Satoru soltó una risa, haciendo que el corazón del más bajo se derritiera. Amaba la risa de su novio.

― Lo sé, pequeño ― besó su frente ― lo siento, prometo no ser tan... imbécil la próxima vez.

El peliblanco lo abrazó por la cintura, a la vez que repartía besos por el rostro de su pequeño, haciendo que éste riera por las cosquillas que le causaba.

― ¡Gojo~! ― chilló.

El mayor se separó con una sonrisa.

― ¿Me perdonas? ― volvió a besar su mejilla. Amaba besar cada parte de Megumi, nunca se cansaría de hacerlo.

― S-si... ― le sonrió ― pero, ¿celos de qué? ― alzó una ceja.

― Pues ― se rascó la nuca ― te vi con Yuta, sonriéndole y abrazándolo, y pues... me volví loco ― ahora que lo decía en voz alta sonaba realmente estúpido, Dios.

Megumi abrió los ojos, para luego soltar una carcajada.

― ¿Con Okkotsu Senpai? ¡Ni loco! ― rió divertido, para luego abrazar por el cuello a Gojo ― Te quiero mucho, Gojo~

El albino no pudo soportar más y junto sus labios con los de su amado novio, fundiéndose y disfrutando de la cercanía del otro. Gojo pasó sus manos por las rosadas mejillas de Megumi, mientras este le abrazaba por el cuello.

 Gojo pasó sus manos por las rosadas mejillas de Megumi, mientras este le abrazaba por el cuello

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¡ gojo sαtoru !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora