Capitulo IV

215 22 2
                                    

Sus dedos apretaron el asiento del avión donde estaba sentada. Su reunión con él alemán no había salido como ella lo planeó, había perdido a un gran aliado, sin embargo, no había tiempo para resentimiento. Alemania le había prometido mantenerse neutral y eso la reconfortaba un poco.

Al mirar por la ventanilla del avión sabía que ya estaba en territorio mexicano. Las pintoresca ciudades emanaban felicidad y tranquilidad. Sabía a la perfección del problema que tenía México con el narcotráfico, pero eso a ella no le importaba, solo veía el lado hermoso de ahí y eso la calmaba. La azafata le avisó a Austria de abrocharse el cinturón porque estaban apunto de aterrizar. El aterrizaje fue rápido, la gente de alto mando la saludó y al final, dónde estaban soldados cuidando se encontraba México.

El rostro de ambos se les dibujó una sonrisa de emoción. Ambos caminaron a paso rápido, por no decir que prácticamente corrían. Se envolvieron en un cómodo abrazo. Rara vez se sentía despreocupada, pero el reconfortante abrazo de su gran amigo le hacía sentir cosas que creía sepultadas bajo cientos de metros.

No sabía de tu llegada, pero corrí como toro cuando me avisaron que estabas aquí.- El Mexicano inició la plática de forma cómoda para su acompañante.

Se soltó del abrazo que habían formado hace unos minutos y la miró directamente a los ojos tratando de descifrar lo que tenía que decir.

Austria agarró de ambas manos al México y dijo.- Debe ser completamente privado.

México entendió y sin pronunciar otra palabra llevó a su compañera a su oficina. La situación se puso seria, se le hacía raro toda esta situación y de la seriedad de las palabras de Austria. Se sentó frente a ella esperando a que hablara y así pasó.

Él lo mató.- Su voz quebrada acompañada de lágrimas. No tenía planeado esto, pero tenía que soltar todo.

El mexicano no entendió lo que dijo Austria, sin embargo, entendió todo cuándo vió las manos de su amiga agarraban su vientre con fuerza. No podía creerlo, su mirada reflejaba angustia. Había llegado a conocer al bebé recién nacido de la Austriaca.

UK y Japón planearon todo. Me obligaron a desvivirlo.- Añadió la mujer. -Quiero venganza por mi hermano también, todo lo que me hicieron, lo que me arrebataron. Quiero detener todo este abuso.

El mexicano estaba procesando todo está información que le había Austria. Sabía a lo que se estaba refiriendo, una guerra se avecinaba. El dolor de una hermana y madre eran enormes. Era conciente de todo lo que le habían hecho a su amiga y eso también lo enojaba. Iba a decir algo, pero rápidamente fue interrumpido por ella.

Ya sé que odias involucrarte en guerras, pero no sé si lo lograré sola.- Añadió la mujer.

Lo haré, déjame luchar a tu lado.- Sus palabras eran firmes con un toque de melancolía. -Hagamos sufrir a los que te hicieron daño, acabemos con este abuso de poder.

El mexicano se sincero con sus palabras. Se levantó de su asiento y acercó a su compañera. Sus rodillas yacían en el suelo y sus manos agarraban las de Austria. Estaba jugarandole lealtad. Su palabra. Su apoyo. Todo.

La habitación quedó en completo silencio. Austria no pensaba que el mexicano la apoyaría, más, al saber que prácticamente estaba al lado del estadounidense. Ella lo ayudó a levantarse. Cruzaron miradas y por fin rompió el silencio.

Eres libre de retirarte cuando desees, no quiero que te pase algo por todo esto, eres importante para mí.- Dijo Austria. -Es hora de reclutar. ¿No lo crees? Hay que visitar tierras argentinas.

Ambos salieron de la oficina, sabían que una catástrofe se avecinaba, pero no les importaba, mientras estén juntos nada saldría mal. Ahora su objetivo era Argentina.

Fin del capítulo..

˗ˏˋ ¿𝐕𝐚𝐥𝐞 𝐥𝐚 𝐩𝐞𝐧𝐚? - 𝐀𝐔! 𝐂𝐨𝐮𝐧𝐭𝐫𝐲𝐡𝐮𝐦𝐚𝐧𝐬 'ˎ˗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora