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𝙴𝚙í𝚕𝚘𝚐𝚘 3

Charlotte cerraba la puerta del auto con su espalda, mientras sostenía entre sus manos una caja con algunas cosas personales de su antigua habitación. Miraba maravillada la gran casa que estaba frente a ella, y observó con una sonrisa a su bella novia quien se colocó a su lado, también admirando su nuevo nidito de amor.

_Me gusta - comentó Charlotte - es espaciosa, y tiene un gran jardín - miró un gran árbol que estaba detrás de la casa - ¡mira! - corrió con toda y caja - ¡aquí puedo hacer claramente una casita del árbol! ¡Sería fantástico...- se detuvo y bajó su voz, ruborizada - claro...- sonrió acercándose a la castaña - el día que tengamos un bebé.

_¿Y por qué no lo vas construyendo? - ambas acercaron sus rostros, coquetas, hasta que Charlotte se separó sorprendida.

_¿Estás embarazada?

_No - río por la expresión de la rubia - pero...los bebés llegan sin planearlo, quien sabe si el nuestro está más cerca de lo que creemos - Engfa sabía que la sorpresa no estaba tan alejada de ese día, y vendría en menos de un año.

_En eso tienes razón, pero me gustaría construirlo junto a él, sería nuestro hobby de cada día - caminó hacia la entrada - ¿me ayudas, cariño? - señaló la puerta.

Engfa se acercó a su lado, y abrió la puerta para ella, ingresando después de la rubia.

_Siempre necesitas mi ayuda - Engfa cerraba la puerta mientras sonreía.

_Y ahora también te necesito para otra cosa.

Engfa gritó en una risita cuando fue cargada sobre el hombro de la rubia, quien buscaba con la mirada donde podría estar su habitación.

_Cariño - mencionó Engfa mirando todo de cabeza - es en el segundo piso.

_¡Ah! Cierto - la rubia comenzó a subir, pero se detuvo cuando pensó en algo extraño - ¿cómo lo sabes?

_Suposición - respondió como siempre lo hacía ante cualquier cosa que resultaba extraño para Charlotte.

La rubia se quedó pensando por unos segundos, pero luego solo le quitó importancia y siguió subiendo a su habitación.

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Al día siguiente, Charlotte ingresaba a su trabajo, encontrándose en la entrada junto a su gran amiga, Rosé, quien firmaba su llegaba en un cuaderno.

_¿Te enteraste? - Rosé se colocó a su lado mientras Charlotte firmaba.

_De qué - se colocaba su bata blanca.

_Hoy tendremos nuevo jefe, dicen que es una mujer - también se colocaba su uniforme mientras avanzaban.

_¿Y qué pasó con Louis?

_Se retira, se va a jubilar.

_Oye, oye - llegaron al lado de sus compañeros que también parecían estar conversando - ¿no es ella?

Giraron a ver sobre las escaleras, donde una bella pelinegra conversaba con el segundo al mando, cuando sintió sus miradas, y giró a verlas, deteniéndose un instante en donde Rosé, quien también mantuvo su mirada, para luego solo dejar de verla y seguir en su conversación.

_No creo que sea ella - respondió Rosé - es muy joven para hacerlo.

_Buenos días - todos los trabajadores se mantuvieron callados y giraron en dirección a la fuerte voz que estaba frente a ellos - me presento, soy la nueva jefa al mando, mi nombre es Kim Jisoo, desde hoy trabajaré con ustedes - sonrió con amabilidad.

Y sin volver a evitarlo, las miradas de Jisoo y Rosé volvían a cruzarse, era como...si ya se conocieran.

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