❝𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦❞ DREW STARKEY

OO6 | LIES

( 𝗗𝗿𝗲𝘄 𝗦𝘁𝗮𝗿𝗸𝗲𝘆 )

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ALEXA SIMONS CAMINABA POR LAS CALLES DE NEW YORK, SUMIDA EN UN MUNDO DE SOMBRAS Y SILENCIOS. SU VIDA, MARCADA POR LA PROSTITUCIÓN Y EL DOLOR, PARECÍA UNA INTERMINABLE CADENA DE NOCHES SIN FIN.

La lluvia que azotaba la ciudad parecía ser la proyección perfecta de su estado de ánimo en aquel momento, y realmente no le molestaba demasiado el agua que comenzaba a humedecer su ropa.

Caminaba cabizbaja por el centro de la ciudad. Las personas que pasaban por su lado llevando un paraguas ni siquiera la miraban y los autos en la calle no se detenían. Aunque Alexa tampoco deseaba soportar más comentarios lascivos o miradas que le causaban cierta repulsión, ya había tenido suficiente por ese día.

Cuando la calle comenzó a perder la intensidad de las luces, Alexa percibió cómo un auto bajaba la marcha para seguirle el ritmo. La ventanilla del acompañante bajó, pero ella ni siquiera se giró a mirar de quién se trataba. Se abrazó con más fuerza a su saco de piel y continuó caminando, con el pulso acelerándose.

—¿Necesitas un aventón?— oyó la voz de un chico desde el interior del auto. Se trataba nada más que de Drew Starkey, un joven actor cuya carrera comenzaba a despegar. Ella continuó ignorándolo y el rubio suspiró —Mira, sé que no me conoces de nada, pero hay dos tipos siguiéndote y una lluvia horrible. Puedes confiar en mí, no quiero lastimarte.

Alexa giró la cabeza hacia atrás rápidamente, y apenas vio dos sombras que se escondían en un callejón. Ella se mordió el labio inferior pensativa, no tenía demasiadas opciones, ni siquiera le alcanzaba para un taxi, así que simplemente clavó la mirada en el chico dentro del auto. Él mantuvo los ojos en ella y se inclinó para abrir la puerta del copiloto.

—Sube.

La chica caminó hacia el auto y subió de manera torpe, se le notaba el nerviosismo. Él se inclinó hacia el asiento trasero, tomó su chaqueta de allí y luego se la tendió. Alexa miró la prenda, con los cabellos pegándose en el contorno de su rostro y la tomó con timidez.

—Gracias. Mi nombre es Alexa.

—Drew. ¿Adónde vas?

—Solo llévame lejos de aquí— respondió ella con una sonrisa cansada.

—Pareces haber tenido una noche difícil— comentó Drew, rompiendo el silencio que había caído entre ellos.

—Lo ha sido— respondió Alexa, mirando por la ventana, observando cómo las gotas de lluvia se deslizaban por el cristal —Todos los días lo son.

Drew apretó los labios, sin saber qué decir. La compasión que sentía por ella se mezclaba con una creciente admiración. A pesar de su situación, estando empapada hasta el último centímetro, había en ella una dignidad que no podía pasar desapercibida.