I.

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"Cuando el sol se va".

Nuevamente me encontraba en la costa, observando el bello atardecer de Londres. Aquél acto me hacia recordar a mi padre. El general Joseph Kirkland.

-¡__tn!- escuché a algunos metros detrás de mí.

Al voltear me encontré con July, mi compañera y mejor amiga.

-¿Qué ocurre July?- pregunté soltando mi vestido para que callera en la arena mojada.

-Al fin te encuentro, el joven Terence te busca- dijo tomando su cabello rubio con cansancio.

-¿Otra vez?- bufé cansada -bien, ya voy- me coloqué los zapatos y fui al baile, en el que estaba hace un rato.

July me arregló un poco el vestido y para cuando llegué al gran salón, estaba como nueva.

-__tn, ¿dónde estabas?- mi madre se acercó para verificar que estuviese bien.

-Tranquila madre, estoy bien-.

-¿Estabas en la playa otra vez?- susurró molesta, quitando una pequeña alga que estaba pegada a mi vestido.

-Sí, lo siento- me alejé de mi amargada madre para ir con July.

-Señorita Kirkland- pero claro, alguien me detuvo.

Al voltear vi a Terence, mi comprometido y amigo de infancia. Casi un hermano.

¡¿Quién se casaría con el hombre al que considera un hermano?!

-Hola Terence- sonreí falsa, mi padre me enseñó a actuar y sonreír falsamente para mucha gente.

-Hace mucho que no te veía- Terence se veía realmente feliz, yo igual lo estaría sí no fuese mi prometido.

Hablé unos minutos con él, pero fuimos interrumpidos por July, quien me llevó al otro lado del gran salón.

-Me quiero ir de aquí- dije al momento en que nos detuvimos.

-No puedes, menos ahora- miró a todos lados -harán que el compromiso salga a la luz-.

Ah, sí, creo haber olvidado decir que nadie más que yo, July, Terence y nuestros padres sabían lo del compromiso. El enredo era actuar como sí todo fuese del momento.

-Ahora ve al centro- July me empujó.

No se como, pero para cuando reaccione, me encontré con Terence, quien me tomaba de las manos.

-__tn Kirkland- lo miré, estaba arrodillado -¿quieres ser mi esposa?-.

Quedé en blanco, a pesar de saber la respuesta, tanto real como falsa, no me atrevía a decir nada.

-Yo...- me solté y miré a mi madre -yo lo siento- entonces corrí, corrí más rápido que nunca.

Al salir, noté que el sol se había ido y todo era oscuridad y neblina, respiré con fuerza y rapidez. Me encontraba en el muelle, no quería volver a casa, sí lo hacia debería casarme con Terence y realmente detestava esa idea.

Apoyé mi espalda en un mastil que se encontraba ahí, entonces escuché un carruaje y rápidamente me oculté.

-¡__tn! ¡Hija! ¡¿dónde estás?!- mi madre salió del carruaje y caminó cerca de mí sin notarlo.

-Lady Anna, aquí podrían haber piratas, debemos ir a otro lugar. De seguro __tn se fue a otro lugar y no aquí- ese era Terence.

-Sí, eso creo. Vamos- y se fueron.

Mi respiración estaba agitada, iba a salir de mi escondite cuando un barco se ubicó en el muelle en el que yo estaba, volví a esconderme y pude ver como piratas bajaban de la nave.

Hablaban de cosas como de mujeres y alcohol, no tomé mucho en cuenta a los que iban bajando... Miré el barco y una idea sumamente loca llegó a mí.

Sube al barco.

Subir al barco podría significar suicidio, pero sí lo pensaba mejor, quedarme en Londres podía significar la muerte estando con vida.

Subí con cuidado, no había nadie en la cubierta por lo que corrí hasta una bóveda y me quedé ahí, esperando por mi inseguro futuro.

Fin capitulo 1.

Tenía que pasar [Jack Sparrow y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora