V.

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"Una mañana tranquila".

-¿Isla Verde?- preguntaste sin saber con exactitud que tipo de lugar era ese.

-Sí, es muy poco conocida por el hecho de estar escondida entre las nieblas más espesas- sacó su brújula -una verdadera leyenda.

-Bien, ¿en cuánto llegaremos?

-No lo sé, ¿tres días?

-Comprendo.

-En mi opinión- apareció Gibbs -deberán aprender a llevarse bien.

Te miraste desafiante con Jack, eso sería todo un desafío.

· · ·

Abriste los ojos con tranquilidad, el barco se mesía con normalidad y el sol ya había salido.

Saliste de la "habitación" asignada para ti, para cuando llegaste a la cubierta miraste el lugar buscando al capitán.

-Disculpa, Gibbs- llamaste a aquel hombre mayor.

-¿Sí, señorita __tn?

-¿En donde está el capitán?

-Está en el timón.

Sin nada más que preguntar, caminaste hasta el timón; ahí te encontraste con Sparrow.

-Hola capitán.

-Hola princesa.

-¿Cuánto falta?- preguntaste para molestar.

-No lo sé.

-¿Y tu brújula?

-Aquí.

-¿Entonces?

La miró y alzó una ceja. Miraste la brújula y al ver a donde apuntaba, ambos miraron a esa dirección. Una botella de ron.

-Ahora sí- Sparrow bebió de la botella y luego te entregó la brújula.

Hace poco supiste de la función de aquella brújula, sin embargo, ya sabías el como usarla.

· · · Flashback · · ·

-Padre, ¿cuál es el aparato más interesante que hayas visto?- preguntaste curiosa a tu padre.

-La verdad, he visto muchos aparatos interesantes. Pero sí debo elegir uno, elegiría una brújula.

-¿Una brújula?- hiciste una mueca de confusión -¿y qué tiene eso de interesante?

Kirkland sonrió.

-No hablo de cualquier brújula, yo hablo de una mucho más interesante. Pues ésta brújula tan especial, puede llevarte a los lugares que tú más deseas.

-¿Sí? ¿y cómo funciona?

-Simplemente debes pensar en aquella cosa que quieres y la brújula apuntará al lugar en el que esa cosa está. Pero debes estar muy segura de lo que quieres al momento de usarla.

-Comprendo.

· · · Fin Flashback · · ·

Miraste de reojo a Jack, quien se deleitaba con el ron que no paraba de entrar por su garganta.

-Bien- suspiraste.

La brújula comenzó a girar, pero al momento de detenerse, frunciste el ceño.

-Está roto- dijiste lanzando el objeto al suelo.

-¡¿Pero que haces?!

-Vamos, usala para llevarnos a Isla Verde- dijiste ignorando su pregunta.

-Bien, bien- se levantó después de haberse lanzado al suelo para tomar aunque preciada brújula.

-Vamos en buen camino.

-Gracias a Dios.

-Sí, ahora solo debemos esperar a ver tierra o... Neblina.

-Dime Jack, ¿qué hay en esa isla qué es tan especial?

-Un hermoso... Tesoro.

-Ya veo.

Respiraste hondo. Después de unos minutos en silencio, decidiste romper con aquella tranquila atmósfera.

-Jack- llamaste al mayor.

-¿Mh?

-¿Me enseñas a disparar?

Te miró de reojo.

-¿Qué obtendría a cambio?

-Mh, lo que sea- dijiste restandole importancia -excepto sexo y cosas así.

Bufó.

-Bien, ven conmigo.

Caminaron un poco y Jack dejó la botella de ron vacía sobre el borde del barco y volvió a tu lado.

-Solo debes atinarle a la botella mientras el barco está en movimiento.

-¿Es posible siquiera?- tomaste el arma que el ojinegro te entregó.

-Claro, en mi juventud solía practicar así.

-Bien, lo intentaré- al disparar, cerraste los ojos sin siquiera apuntar antes y los abriste al escuchar el sonido del cañón del arma. La bala mató a un hombre que en ese momento pasaba por ahí, haciéndolo caer al mar.

-Vaya, ese era nuevo- habló Jack sin tomarle gran importancia.

-Creo que no podré.

-Mira, sí pudiste ganarme en un duelo de espadas en el que además estaba muy entusiasmado, puedes atinarle a esa botella.

-Bueno, sí tú lo dices...- volviste a levantar el arma.

-Pero te sugiero que abras los ojos sí no quieres matar a otro de mis tripulantes.

Sparrow se posó detrás de ti y tomó el arma sobre tus manos; su respiración golpeaba suavemente el lobulo de tu oreja, una sensación que te daba escalosfríos.

-Respira hondo- lo hiciste -ahora... ¡Dispara!

Al disparar, no cerraste los ojos; al fijarte en la botella, ésta estaba rota.

-Lo hice- soltaste en un susurro.

-Bien hecho princesa.

Se separaron.

-Gracias.

-Sabía que lo harías.

Miraste los ojos casi negros del mayor, vaya que hipnotisaban.

-¡Señor! ¡Un barco se nos está acercando!

Al mirar tanto tú como Jack, lograste percibir tensión en el ambiente.

-¿Quienes son?

-Es el...

-Esmeralda- terminó Gibbs.

Fin capitulo 5.

Tenía que pasar [Jack Sparrow y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora