"Coqueteos".
La pelea no duró mucho, pues escaparon hacia el Perla Negra; al llegar, Jack volteó hacia ti.
-Bien, __tn. Quisiera saber ¿por qué bajaste?-.
-Me aburría- cortaste indiferente.
Jack lanzó un leve suspiro.
-Tengo una pregunta para ti- dijo caminando hacia la popa.
-¿Cuál?-.
-Me gustaría saber sí tienes alguna conexión con Joseph Kirkland-.
-Sí, fue mi padre-.
-Tu padre- el moreno sonrió, sin embargo, tú no lograste verlo.
-¿Por qué?-.
-En la mañana zarparemos- volteó para buscar a cierto amigo suyo -¡señor Gibbs! Reclute a los tripulantes, vamos a zarpar ahora mismo-.
-¡¿Ahora?!-.
-Ahora- Gibbs corrió hacia los bares.
-No respondiste mi pregunta-.
-No era nada importante-.
-Para mi sí, estamos hablando de mí y mi padre-.
-Lo sabrás cuando lleguemos- apoyó sus manos en la popa -aunque te advierto que es un viaje largo-.
. . .
Caminabas de un lado a otro, habían zarpado hace unas pocas horas -3 para ser exactos-; tu cabello tapaba tu rostro, intentabas no fruncir el ceño, pero te era algo imposible.
Jack te sacaba de quicio, guardando información que tenía que ver contigo y tu padre.Sin más que hacer, suspiraste resignada.
-¿Qué tal el viaje, princesa?- apareció Sparrow, con una botella de ron en la mano.
-La verdad no he podido disfrutarlo en lo más mínimo, quiero saber a donde estamos yendo- exigiste siguiendo los pasos de Jack.
-Como dije, lo descubrirás cuando lleguemos-.
-Pero el viaje es largo, también dijiste eso- tragaste con la curiosidad por la coronilla -ya no soporto el no saber que pasa a mi alrededor-.
-Está bien..- volteó hacia ti y sonreiste esperanzada -quizá lo sepas un poco antes de llegar- tu sonrisa se borró de forma instantánea.
-Eres un dolor de cabeza-.
-Lo mismo digo de usted- hizo una reverencia elegante.
-Tú y tu sarcasmo- te cruzaste de brazos.
-Lo dices como sí me conocieras de toda la vida, no te des esa libertad-.
-Creo que ya te conozco lo suficiente-.
En eso, Jack apegó tu cuerpo al de él, haciéndote dar un respingo.
Sus respiraciones chocaban, el aroma a ron invadía tus labios, una extraña sensación recorría tu cuerpo y provocaba que tus mejillas se calentaran, haciéndoles tomar un color rojo carmín.-Te aseguro que aún te falta por conocerme-.
Lo miraste desafiante.
-Y yo te aseguro que no, con sólo verte pude notar que eres un alcohólico y mujeriego incapaz de mantener una relación-.
-Bueno, tal vez tengas razón-.
Se separaron.
-Te aré una apuesta- acomodaste tu camisa.
-¿Qué tipo de apuesta?-.
-Sí consigo ganarte en esgrima, me darás por lo menos el 10% de información, por lo menos el nombre del lugar al que iremos-.
-¿Y sí yo gano?-.
-Te las muestro- desviaste la mirada con vergüenza.
-¿Crees que me interesaría verlas?-.
-Sí no quieres no hay apues- fuiste interrumpida.
-Está bien, ya que insistes- sacó su espada.
Sonreiste de lado, victoriosa y sacaste una espada que tomaste prestada.
El enfrentamiento comenzó, Jack se mostraba realmente entusiasmado, realmente quería ganar, sin embargo, tú también tenías el mismo objetivo. Las espadas chocaban con fuerza, varias veces tú y Jack chocaban miradas.-Te lo juro Jack, esperaba algo... Mejor- sonreiste picara y Jack hizo una mueca de sorpresa.
Y sin más, lo empujaste, haciéndolo caer y posando la punta de la espada cerca de su cuello, ganando el enfrentamiento.
-Ahora dime, ¿a dónde vamos?-.
-A la isla Verde-.
Fin capitulo 4.