Tenía que pasar [Jack Sparrow y tú]

II.

"Tortuga".

Estaba despertando, la luz del sol y el movimiento del lugar me alarmaron.

¿Dónde estaba?

En eso, un hombre entró a la bóveda en la que estaba, era un pirata; no se percató de mí presencia al tomar lo que quería, pero al levantar su mirada, sonrió.

. . .

Fui tirada con brusquedad al piso de madera, todos los piratas del lugar reían con ganas, pero sus risas fueron calladas por una voz masculina y de tono crudo, con un cierto tono de ebrio.

-¿Qué tenemos aquí?- con su pie, levantó mi rostro.

Entonces pude ver a un hombre moreno, sus ojos eran marrones y su cabello, bueno, era de tonos marrón.

-Mh, una niña rica- sonrió mostrando sus dientes -¿cuánto podrá costar tu vida?-.

-Mucho más que la tuya- contesté con seriedad.

Su rostro cambió a uno ofendido, me parecía un hombre muy afeminado y expresivo.

-¿Cuál es tu nombre?-.

-__tn-.

-¡Levantenla!- gritó a los cuatro vientos, a lo que dos hombres atrás de mí obedecieron.

Todos se alejaron, excepto un hombre bajo y algo regordete.

-Mi nombre es Capitán Jack Sparrow- dijo el moreno frente a mí, quitándose el sombrero como sí fuese un caballero de la alta sociedad.

-Me gustaría- me miró -pagar por estar en el barco-.

-¿Pagar?- mostró una sonrisa calmada -¿Pagar con qué?-.

-Con... Esto- me quité la gargantilla negra que llevaba, normalmente la llevo siempre, es realmente valiosa ya que tiene una esmeralda incrustada. Sólo sé que la heredé de mi abuelo.

Al dárselo a Jack, éste cambió expresión a una llena de sorpresa.

-Jack... Acaso eso es- el hombre algo canoso calló sus palabras.

-Sí, Gibbs, lo es-.

-Discúlpen, ¿puedo quedarme entonces?- ambos asintieron, aún mirando la joya.

Entonces decidí irme de la cubierta.

. . .

-Ella es muy valiosa- habló Jack, mirando detenidamente aquélla joya.

-¿Cómo consiguió esto?- preguntó Gibbs, aún algo confundido.

-No lo sé, debe tener una conexión con Kirkland-.

-¿Kirkland?-.

-Es natural que no lo sepas, muchos dudan de sí todo fue real-.

-¿Real?-.

-Hay una leyenda; supongo conoces el nombre de... Arthur Kirkland- Jack bebió de la botella que tenía a su lado.

-Arthur, sí. Dicen que fue un pirata legendario, también conocido como Joseph, un inglés rico y con mucha reputación, pero es sólo una leyenda, se duda de sí realmente existió-.

-Lo hizo- dejó caer la botella ya vacía -él ya murió, pero también dejó un tesoro muy importante; una esmeralda, capaz de darte lo que más deseas en el mundo, incluso la vida eterna. Sin embargo, se debe encontrar una "lla-ve"- entonó la última palabra.

-La chica-.

-Así es, ella debe tener un vinculo con Kirkland, no lo dudo. Pero sí no lo tiene, no tendré más opción que lanzará por la borda-.

En eso, tocaron la puerta.

-Adelante-.

Entraste con paso lento y firme.

-¡__tn! ¿Qué tal tu habitación?- Jack se puso de pie.

-Está bien- frunciste el ceño, teniendo una pelea interna contigo misma -quisiera saber, ¿a donde iremos?-.

-Iremos a tortuga-.

-¿Tortuga? No me sorprende-.

-¿Lo conoces?-.

-Por supuesto, aunque nunca he ido-.

-¿Cómo una chica como tú, conoce un lugar como ese?- se acercó a ti, sonriente y picaro.

-Sólo lo sé- hablaste indiferente y saliste del lugar.

-Es peor que Elizabeth- gruñó el moreno.

Ya en la cubierta, notaste que el sol se estaba ocultado; caminaste hasta la popa y cerraste los ojos, al fin te sentías libre y al fin podías respirar en paz. Sin embargo, la paz no duró por mucho, ya que una manos pasaron por tu cintura para finalmente abrazarte.

-Lo admito, me cautivas- escuchaste la ronca voz de Jack y un escalofrio recorrió tu espina.

-Jack, realmente no me interesa-.

Te soltó.

-Lo siento- retiró sus manos con nerviosismo.

-¿Cuándo llegaremos a Tortuga?-.

-No falta mucho-.

Suspiraste olvidando la presencia del mayor.

-¿Te ocurre algo?-.

-Ah, no, no es nada- mordiste tu labio inferior -es sólo que es un lindo ocaso- reíste nerviosa.

Jack guardó silencio, sus ojos estaban puestos en ti y aquello te ponía incómoda.

-Am, ya me voy a dormir- te alejaste de Sparrow con paso rápido.

-¡Ah!- volteaste -será mejor que tú no bajes para cuando lleguemos a Tortuga- después de escuchar eso, te fuiste.

Fin capitulo 2.