Capítulo 18

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Para fortuna de Jiwon el celo de Mark pasó despues de dos días en los que se mantuvo pendiente del omega, cuidando que se hidratara debidamente y bañándolo cuando la fiebre subía más de la cuenta, le llevaba un cuenco con comida y buscaba la forma de persuadirlo para que probara aunque fuese unos bocados. 

En todo ese tiempo el alfa se mantuvo fuera de la cabaña, rehuyendo del aroma que impregnaba su hogar y entrando sólo a pasar la noche sobre las pieles del sillón.

La mañana siguiente, cuando entró a la habitación a dejar el desayuno se encontró con el omega descansando más tranquilo, estaba agotado después de verse obligado a pasar los síntomas del celo en soledad. La luz que entraba por la ventana iluminaba ligeramente su rostro, aún enrojecido y un poco hinchado por el llanto. 

Los ojos del moreno se abrieron adaptándose a la luz, la incomodidad descendiendo suavemente sobre ellos a medida que se hacían concientes del contrario. 

—¿Cómo te sientes?—Fue Bobby el primero en atreverse a romper el silencio, buscando una jugada segura que no obligara al omega a hablar de algo que le molestara. 

—Sobreviviré— respondió sin ganas, incorporándose en la cama con las piernas cruzadas y una manta sobre sus caderas—Sólo limpio el desastre que hice y me voy.

—Olvida eso, yo lo haré más tarde—le restó importancia recogiendo algunas mantas que se encontraban en el suelo para ponerlas sobre la cajonera—Sabes que puedes quedarte el tiempo que quieras, al menos deberías dormir un poco. Yo volveré en un rato. 

—¿Ya te asignaron guardia?—Jiwon disimuló una sonrisa ante la pregunta del moreno, normalmente los omegas quedaban encimosos y sensibles después del celo, por eso los alfas tenían como mínimo dos días más para estar con ellos antes de volver—Quiero decir...

—Aún hay problemas allá afuera, Mark—pronunció con pesar, qué más quisiera que quedarse un poco más con él, si todo hubiese resultado de otra forma hubiera mandado al carajo a Gyeom y nadie hubiese sido capaz de sacarlo de esa habitación... Era una pena que la única persona ahí era la que lo obligaba a tomar distancia—No voy a tardar, ¿quieres que llame a algún beta?

Mark negó con la cabeza, sus manos estrujando la tela con nerviosísmo. Claro que había algo más, siempre quedaban palabras en el aire, esas disculpas que no se atrevía a pronunciar. Pero ya no soportaba la mirada de Jiwon sobre él, compadeciendolo de la vida que le había tocado. 

—No te vayas solo, ¿quieres?—le pidió el alfa—al menos espera a que regrese para que te acompañe a casa.

Bobby se dio la vuelta de golpe, como forzandose para salir de ahí antes de decidir que sería una mejor idea quedarse a hacer guardia en la puerta. 

—Jiwon—la voz del omega le interrumpió antes de salir, sonaba serio, Mark no usaba su nombre a menos que fuera a decir algo importante—No debes estar molesto con Jackson, él sólo... cree que es lo mejor.

—¿Cómo es que lo defiendes a pesar de todo lo que te ha hecho?—el alfa lo observaba confundido, impotente. Se negaba a creer que la actitud de Jackson tuviera justificación como para hacer sufrir a Mark de esa manera—

—Sabes que sufrió demasiado cuando era un niño—Mark se mordió un labio reseco, sus propios recuerdos doliendo tanto como aquel día—

—No lo justifiques con eso, tú pasaste por lo mismo...—las manos del alfa se cierran en puños, incapaz de aceptarlo. Nada le daba el derecho de jugar así con el corazón de Mark—

—No, Jiwon, para nada fue lo mismo—Mark se limpia una lágrima con el dorso de la  mano, titubeando sobre lo que estaba a punto de decir—Mis padres rompieron sus lazos conmigo antes de morir, fue su forma de protegerme para evitar que yo sintiera su muerte, fue una suerte que mis abuelas estuvieran ahí para servirme de ancla o quizá no hubiera podido lidiar con eso, eramos muy pequeños. Pero esa fue la única manera que encontraron para liberarnos de su miedo y su dolor.—el omega tomó aire, su mirada acuosa clavada en sus manos como buscando la forma de aclarar sus pensamientos—

El alfa se quedó estático, un escalofrío recorrió su espalda obligándolo a dejarse caer sobre la única silla que estaba pegada a la pared tras él. Era una historia que había escuchado tiempo atrás de parte de algunos chicos en la manada, era habitual en tiempos de lucha que los lobos rompieran lazos con sus cachorros para ahorrarles el trauma con uno que pudieran superar más fácilmente. Aunque esa clase de heridas nunca sanaban.

—Tú sabes que Jessi amaba a sus hijos—continuó el omega—pero la relación que tenía con Jackson era especial, era su cachorro, su adoración, su lazo era tan fuerte que no pudo romperlo ni siquiera cuando la raptaron. Estoy seguro que debió intentarlo... ninguna madre quiere que un hijo pase por ese dolor. Debes tener una idea de lo que le hacen a los omegas—murmuró al final—en muchas tribus no somos más que un entretenimiento para los alfas, en especial la pareja del líder, es un pase directo para hacerle perder la cabeza al alfa y doblegar a la manada. 

Mark finalmente rompe en un llanto silencioso y es Bobby el que se levanta de un salto para abrazarlo, no fue hasta que lo rodeó con sus brazos que consideró posible que su cercanía incomodara al moreno, aunque este sólo se inclinó un poco más hacia su calor. 

—Jackson fue conciente de la desesperación de su madre cuando abusaron de ella sólo por ser la omega de la manada—Mark se quedó en silencio un rato tratando de controlar su llanto del que sólo quedaba un hipido apenas audible—yo sé que Jackson me quiere, pero no importa qué tan duro se muestre con todos, en el fondo es sólo un pequeño niño aterrado... Por eso es tan sobreprotector con todos nosotros. 

Bobby permaneció en silencio, procesando sus palabras.

—Sabes que nunca permitiríamos que te pasara algo como eso, ¿cierto?—le susurró Bobby sobre su cuello—cada alfa en esta manada está esforzándose para protegerte, a ti y a todos los omegas. Y siempre vas a tenerme cuidándote la espalda, sin importar lo que pase—Le prometió dejando un beso en su frente—

—Lo sé—asintió más tranquilo—Te cuento todo esto por que necesito que me hagas un favor y no le guardes rencor, él se esfuerza en hacer lo mejor por todos y sabes que como líder no tienes ningún reproche... Sólo dejame lidiar con esto. 

—Mark...

—Disculpame también por haberte puesto en una situación tan incómoda—continuó antes de escuchar una negativa por parte del alfa—

—Oye, no pasó nada, ¿está bien?—Jiwon se encaminó a la puerta, despidiendose del omega—nunca te disculpes por negarte a algo que no quieres hacer. 

—Jiwon—le interrumpió el moreno una vez—Gracias...

Bobby no dijo una palabra más, pero Mark se quedó atento al choque de las puertas al cerrarse, no tardó demasiado en quedarse dormido otra vez. 



Flores en invierno {Markson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora