En esta historia contaré el cómo engordé a mi ex novia. Como pasó de ser una chica pequeña y delgada a una hermosa chica con obesidad morbida.
En la historia no usaré nuestros nombres reales por privacidad.
Yo: John
Ella: Karen
Espero y disfrutes l...
Después de un mes ella salió de vacaciones, y yo dije, de aquí soy. Ella pasaba todo el día en su casa viendo tiktok o haciendo de comer para su padre y hermanos, casi no salía con amigos y yo me iba a trabajar, la veía hasta la noche. Cada que salía del trabajo yo pasaba al supermercado a comprarle varios chuches, entre ellos: Maruchan, cheetos, refresco, chocolates, galletas, etc. De ahí me iba a su casa y le daba todo ese monton de comida, obviamente al principio le pareció raro, pero me di cuenta de que sí se lo comía de un día para otro. Y en los días que yo no trabajaba la llevaba al buffet de comida china para que coma todo lo que quisiera. Yo le servía sus platos muy llenos para que comiera más, y hasta cierto punto la obligaba a que comiera más. Ella me preguntó:
- Me quieres engordar, ¿verdad? - No, ¿como crees?, solo me gusta alimentarte, es mi forma de mostrarte cuánto te quiero, que engordes ya es un efecto secundario. - Si claro, igual todo esto lo bajo con ejercicio.
Estaba equivocada, además de la comida china le compraba un frappé grande de caramelo, era su favorito y con este unas galletas. En verdad me sorprende que se comía todo lo que le compraba, pero entiendo que después de años con un transtorno alimenticio, los atracones son algo normal, y ella los vivía cada día por mi culpa jaja.
Así me pasé todas las vacaciones, la tenía prácticamente en engorda. Porque casi no nos veíamos, pero le seguía alimentando.
Me gustaba ver cómo su cuerpo cada día era un poco más gordito. Ella tenía una báscula en su casa, y dijo que al principio de la relación ella pesaba 58kg, pero conmigo durante las vacaciones ya iba por los 69kg. Y normal que eso suceda, comiendo tanto a diario, ¿como no?.
Al terminar las vacaciones ella regresó a clases. Ese día al ir a recogerla como de costumbre, se me hizo raro que no tenía puesto el uniforme de gala, si era el que le tocaba ese día, en lugar de ese tenía puesto el pants de educación física y una blusa olgada. En su preparatoria no eran tan estrictos, así que no le decían nada por llevar eso. Después razoné y me di cuenta de que era porque ya no le quedaba su uniforme de gala, ella estaba más rechoncha y ese uniforme le quedaba apenas a su cuerpo delgado.
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Durante sus recesos yo le compraba el frappé que tanto le gustaba, pero yo le añadía a escondidas proteína de aumento de masa muscular que usan los del gym para incharse más rápido. Me salió cara, pero valio la pena. Además del frappé le compraba galletas, no podía dejarla sin calorías extra extra.
Ella salía y lo recibía con una sonrisa, amaba ver cómo esa cara delgada cada vez era más cachetes y papada.
Un día que iba por ella a la prepa me la topé en la calle (literalmente no la reconocí viéndola de lejos, ya estaba bastante cambiada por su aumento de peso), dijo que salió temprano, le di una palmada en su panza y le pregunté:
- ¿Que se te antoja de comer? - Mi amor, ya comí... - Dije que, ¿que se te antoja?, no que si ya comiste, hermosa - Hamburguesa podría comer...
Tenía que hacer que comiera aunque no quisiera, esa sería mi estrategia para que aumentara de peso de forma rápida.
