Capitulo [45]

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(...)

Mientras tanto, en la casa Todoroki, Enji se encontraba con Shoto, quien todavía sentía el dolor de la paliza que había recibido de la Naicho. Mientras tanto, Rei Todoroki, la madre de Shoto, intentaba aliviar el dolor crónico de su hijo provocado por las heridas, utilizando el botiquín familiar. Lamentablemente, solo disponían de píldoras analgésicas para reducir la inflamación, entre otras cosas que no ayudaban.

—Maldita sea, esas escorias de la Naicho no tienen piedad con nadie en sus torturas—diría Enji, notando de cerca lo graves que estaban las heridas de Shoto.

Las desagradables experiencias que tuvo con ellos en algunas operaciones le hicieron darse cuenta de los métodos inhumanos que empleaban para alcanzar sus objetivos.

—Y me lo dices a mí, viejo. Se nota que fueron entrenados para eso —hablaría ahora Shoto con algunos gruñidos de dolor.

Por el momento, necesitaba confiar en su familia para poder recuperarse.

—Por cierto, ¿Qué pasó con Natsuo? Hasta ahora no responde a ninguna de nuestras llamadas.

Después de todo, la familia ahora estaba en peligro.

—No tengo idea, Shoto, y comienza a preocuparme si algo le ha sucedido. Sin embargo, lo dudo; después de todo, trabaja en la Corporación Yaoyorozu y es muy conocido allí. Sabemos que esos inútiles de los Yaoyorozu tienen estrechas relaciones con el gobierno, así que dudo que permitirían que lo capturen o lo maten—Comentó Enji Todoroki, visiblemente frustrado.

—Ojalá que tengas razón.

Aunque la respuesta de Rei fue algo que el joven Todoroki esperaba.

—Solo espero que Natsuo conteste. No quiero otro hijo edgy que se haga la víctima cuando él mismo se convirtió en la basura putrefacta y asesina que fue—comentó Rei con tranquilidad, desconcertando a los hombres presentes.

Mientras padre e hijo terminaban su conversación, Fuyumi Todoroki y Lancelot du Lac entraron rápidamente a la casa, sorprendiendo a la familia.

—¡Shoto! —exclamó Fuyumi al ver el lamentable estado de Shoto, cubierto de moretones en su futón.

Lancelot se mantuvo a un lado, sacando analgésicos y otros utensilios de medicina de la farmacia más cercana que pudieron encontrar.

—Señor Todoroki, sé que no somos cercanos y quizás se pregunte por qué estoy aquí. Pero, como le mencioné por teléfono, déjeme encargarme de curar a su hijo. Le garantizo que podré tratar sus heridas de manera efectiva. Se lo aseguro en nombre de mi lealtad hacia mi rey, Arturia Pendragon.

Endeavor no era ingenuo. Si bien sospechaba un poco sobre la identidad del hombre con quien había escuchado hablar en la llamada con su hija por teléfono, ahora sus dudas se confirmaban. Ese hombre era uno de los Caballeros de la Mesa Redonda de la Reina Arturia Pendragon, y según su experiencia tratando con políticos, el hecho de que estuviera en suelo imperial indicaba que Japón se encontraba en guerra, a pesar de lo que las noticias reportaban.

—Hmph, no me agrada la idea de que alguien que no sea de mi total confianza cure a mi hijo. Pero eres Lancelot y has demostrado lealtad a tu rey, así que supongo que puedo confiarte esta tarea. Aunque te advierto que cualquier movimiento sospechoso será motivo para que la Mesa Redonda tenga que encontrar un reemplazo en tu posición.

—Por supuesto.

Lancelot se acercó a donde se encontraban Fuyumi y Shoto, arrodillándose frente a ambos.

—Por favor, si dice que puede curar a mi hermano, hágalo —pidió Fuyumi.

Lancelot le regaló una sonrisa comprensiva y asintió. A pesar de las extrañas circunstancias, la belleza de esta mujer lo había cautivado, tanto que su usual concentración infalible en un país en guerra se vio amenazada por el encanto que ella ejercía sobre él.

Me case por accidente (Izuku x harem) [ En Corrección de Errores]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora