10 𝒔𝒖𝒑𝒑𝒐𝒓𝒕♡︎☺︎︎

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Hinata

El intento de no mirar a Kageyama se desvaneció cuando la voz demandante del entrenador le gritó, humillandole delante de todos.

Las risas y susurros de todos comenzaron a hacerse audibles por el gimnasio y algo dentro de mí ardió, a Kageyama se le veía perdido y demasiado indefenso, solo, en medio de la pista.

Cruzamos miradas y esté tenía grandes bolsas notorias debajo de los ojos, tenía un aspecto horrible y parecía que luchaba por que sus piernas no flaquearán mientras andaba.

Traté de reprimir esa preocupación que me rodeaba y aparté la vista recordando sus palabras.

Ya estábamos a mitad de partido,20-15 y el pelinegro parecía cada vez más fuera de sí, sus colocaciones eran irrematables y en una de ellas perdió todo el control, dejando caer la bola al suelo.

Todos posamos nuestra atención en él, algunos le miraban incrédulos y soltaban comentarios como <<¿este es el colocador tan especial del Karasuno?>>que me hacían arder la sangre.

Kageyama no era así, era casi imposible que fallará tantas veces en la colocación.

Me fijé en sus manos que sudaban y temblaban notoriamente y el pánico me sucumbió por completo.

Vi como pedía un descanso y se fue hacia los baños tambaleándose.

¿Otro ataqué de ansiedad?, ¿De pánico?

¡Tenía que hacer algo, no podía dejarlo así!

Sin pensarlo una vez más,fui corriendo tras él y entré en los vestuarios con el miedo apoderándose de mi.

Me lo encontré de rodillas temblando totalmente fuera de control y con la respiración alterada, mi corazón se estrujó al verlo así y bote todo mi orgullo arrodillándome junto a él y sosteniendole.

-Kageyama, soy yo, Hinata-Me puse de rodillas en frente de él y le agarre de los hombros-V-vamos hacerlo como la otra vez,¿Vale?

El contrario seguía agarrándose el pecho con fuerza y se negaba a mirarme.

-¡Por favor Kageyama, deja tu estúpido orgullo por una puta vez!

Finalmente me miró y la imagen que vi me destrozó por completo. Tenía un aspecto horrible,estaba totalmente pálido y tenía un corte en la mejilla en el cual la sangre aún estaba fresca y lágrimas caían como ríos por sus ojos.

Nunca lo había visto de esa manera, nunca lo había visto llorar.

Me acerque a él gentilmente con una expresión de dolor y le limpié las lágrimas.

-Respira conmigo, por favor -le supliqué.

Tratamos de respirar a la par,pero era estúpido, ¡No funcionaba!

La respiración de kageyama estaba fuera de control y cada vez se alteraba más.

Se llevó las manos al cuello y tosió bruscamente ahogándose con su propia respiración.

Joder,joder,joder... ¡No sabía que hacer!
Traté de recordar algo útil de cuando me metí en internet a informarme sobre esos temas después del ataqué de ansiedad de Tobio.

Abrí los ojos y sin tener tiempo de siquiera dudarlo, me acerqué a él.

Le agarré de las mejillas e hice que sus labios chocarán con los míos.

El tiempo se paró entre nosotros y sentí como su cuerpo se dejo de sacudir abruptamente.

Conté insconcientemente los segundos mientras me hundía en el beso entre nosotros.

The Gold Of The MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora