✷ 𝅄 un señuelo, hay algo oculto en cada sensación...✦⸼࣪⸳
aeri es nueva en la ciudad. por más de que se haya quejado ante la idea de mudarse, decide que lo mejor será explorar y aventurarse. disfrutar todo lo que reciba en su estadía en hyogo, inc...
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aeri.
la semana se pasó rápido. habían pasado varias cosas; hana y osamu ya eran novios, asi que hana hablaba todo el dia del miya, aunque escuchaba cosas sobre los dos, porque yuki ya estaba "devuelta" con atsumu.
entre comillas porque nunca hubo ni una ruptura ni se dieron un tiempo. lo bueno es que yuki y atsumu también ya eran novios oficialmente, porque era horrible escucharlos decir "mi novio no novio" "mi novia no novia".
como los detesto, muy bien que se hayan dado cuenta.
era sábado, otra vez. creo que esta semana no estuve tanto con yuki y hana, pero es que ambas están en su etapa de "luna de miel". pase mucho tiempo con suna, todavía me cuesta decirle rintarou, pero me cae demasiado bien. si lo conociera desde hace más tiempo, diría que lo quiero.
es que, siento que congeniamos muy bien. la primera vez que lo vi pensé que era un tipo misterioso, ya sabes, como el estereotipo de chico malo de libros juveniles. fue una idea totalmente errada y hasta vergonzosa, porque es un chico muy gracioso y divertido. era muy buen compañero, cuando hablo con él siento que mis problemas, mis incertidumbres, todo eso molesto, no existe.
me termine de poner mis anillos y vi el mensaje de suna diciendo que estaba afuera. busqué mi bici y salí por la puerta. suna me esperaba en la vereda, la reja de mi casa nos separaba. abrí la puerta, salí y luego la cerré de vuelta. suna me sonreía.
-¡sunarin!¿cómo estás?-lo saludé
-bien bien, bueno, es hora de que salgamos. si llegamos tarde a donde te quiero llevar, no podemos entrar-levante una ceja, con duda
-¿a donde me vas a llevar?
-ah, es sorpresa, pero tranquila, te encantará
asentí, con una sonrisa en mi rostro. nos subimos a nuestras bicicletas y emprendimos viaje. rintarou me llevó bastante lejos, una parte del centro que no había visto y luego llegamos a una zona más alejada. estaba la estación de tren y luego, más lejos, una construcción blanca.
era un acuario, dios.
sonreí y luego acomodamos nuestras bicicletas. entramos al lugar y luego de que suna pago las entradas, nos metimos. el acuario tenía un restaurante, así que comeriamos ahí una vez llegue la hora del almuerzo.
busqué mi cámara digital en mi bolsito tejido, que bueno que la había traído. era de color rosa y la había decorado con stickers de frutillas y estrellas. le saque fotos a los preciosos animales que había a medida que íbamos caminando. en un momento, suna me habló.
-¿quieres que te saque una foto?-me preguntó, asentí y saco sus manos de los bolsillos. le alcanze la cámara y le explique lo básico para tomar una buena foto.
hice algunas poses y él me sacó fotos, luego las vi.
