𝑪𝒂𝒑í𝒕𝒖𝒍𝒐 5: 𝑬𝒍 𝒑𝒓𝒊𝒏𝒄𝒊𝒑𝒊𝒐 𝒅𝒆 𝒖𝒏 𝒇𝒊𝒏

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—¿Ustedes también lo notaron? Preguntó Chigiri, mirando alrededor de la habitación. Todo el mundo había estado comiendo y charlando después de la victoria contra el Equipo V. Habían enviado a Isagi a llenar sus botellas, y el silencio había caído lentamente. Mientras algunos ya dormían, solo unos pocos seguían disfrutando de su comida.

"No tengo ni idea, y no me importa lo suficiente," dijo Raichi, "pero seguro que algo anda mal con Isagi."

"A veces lo escucho hablar en susurros en las duchas", agregó Naruhaya, "no sé si lo dices en serio".

"También pasa horas en los baños por la noche, lo escuché hablar pero nunca pude escuchar los regresos, eso es extraño", agregó Igaguri, "como, tuve que mantener la calma durante mucho tiempo una vez, no puedo soportarlo más".

"Además, eso que hizo en este partido", Kunigami parecía estar pensando intensamente, "ninguno de nosotros sabía que podía driblar tan bien, y tampoco parecía que supiera que podía hacer eso".

"Bueno, ¿qué se supone que debemos hacer con esta información?" Gagamaru masticó una bola de masa. —Realmente no creo...

"¿Crees que es esquizofrénico? No sé mucho, pero por lo que sé pueden sufrir alucinaciones", preguntó Naruhaya.

"Como dije, no es tan importante, solo estamos aquí para jugar, no para diagnosticar a la gente con lo que sea".

"Eso es cierto, pero si tuviera... tener algo, eso significaría que puede tener medicamentos que tomar, y tal vez no los esté tomando", trató de razonar Chigiri.

"Nunca lo he visto tomar nada," Kunigami miró al chico pelirrojo, "tal vez deberíamos gustar... ¿Recordárselo?

"¿Recordárselo? ¿Por qué? No es asunto nuestro, ¿verdad? Raichi estaba decidido a mantener su opinión indiferente.

"Tal vez sea TID, claramente parecía que no recordaba sus acciones, podría haberlo hecho..."

"Chibi, deja de diagnosticarlo, no eres psiquiatra," Gagamaru lo regañó de nuevo.

"Solo estoy diciendo que..."

"A pesar de lo absurdo que es todo esto," continuó Igaguri, "creo que deberíamos... Pregunte y vea, pero no pregunte si tiene un diagnóstico, solo si tiene algo que tomar y si lo está tomando".

Eso parecía reconciliar sus diferentes opiniones. Tan pronto como escucharon pasos silenciosos que se acercaban, reanudaron sus actividades y charlaron para que pareciera que nunca se habían detenido.

"¡Tengo las bebidas!" Isagi sonrió a la habitación, notó que algunos estaban durmiendo y trató de bajar la voz. "Espero que me hayas dejado algo".

"Por supuesto," Kunigami sonrió, haciendo un gesto para sentarse cerca de él, "ven aquí, te dejamos algo de todo."

"Ustedes no tienen idea de lo hambriento que estoy", Isagi se sentó felizmente y tomó un trozo de bistec, "es como si no hubiera comido en días".

"Tu pequeño truco debe haberte pasado factura," se rió Raichi, "agradece que pensáramos en ti."

"Muchas gracias, de verdad".

El silencio cayó mientras Isagi comía lentamente lo que le dieron, no le prestó atención, dado que Bachira estaba felizmente hablando consigo mismo en su cabeza.

Le gustaba escucharlo, siempre había sido bastante parlanchín, Isagi siempre escuchaba sus divagaciones con una alegría que realmente no podía explicar. Le hizo sonreír y pensar en lo increíble que era. Una ex persona tan interesante.

Solo cuando terminó su comida levantó la vista para ver todos sus ojos puestos en él.

Se quedó quieto. "¿Qué pasa?"

Los vio mirarse el uno al otro, ninguno parecía dispuesto a hablar.

"¿Chicos? Me estás asustando un poco..."

—Bueno —dijo Raichi—, fue idea tuya, Igaguri, así que hablas.

—No creo que... —Parecía un poco asustado—. —Quiero decir... —respiró hondo y su mirada se posó en Isagi—. "Nosotros, eh, nos preguntábamos si te gusta... ¿Tomar medicamentos...?"

—¿Qué? Isagi no esperaba eso.

"Quiero decir," Igaguri desvió la mirada, "en un... ¿Tienes que tomar algún medicamento que no hayas tomado desde que estás aquí?"

—Ups —oyó a Bachira—, puede que sea culpa mía...

Isagi negó con la cabeza. "No, a veces tomo suplementos minerales, pero no medicamentos reales. ¿Por qué?

"Solo preguntar, no es importante", el intento del otro de dejar el tema solo hizo que Isagi lo pensara cada vez más.

¿De verdad había sido tan obvio? Joder, no debería haber dejado que Bachira tocara en su lugar, debería haber tenido más cuidado al responderle en voz alta, debería haber ocultado más sus expresiones faciales, debería haber...

—Me voy a dormir —le tembló la voz al oír la última palabra—, buenas noches.

No prestó atención a los estados continuos, simplemente tomó su futón y se acostó en él.

"Se suponía que íbamos a hablar esta noche".

Rápidamente ignoró a Bachira.

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tú con los rizos oscurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora